En un reciente informe en Washington, se destacó la importancia de Australia como el "punto de partida" para contrarrestar la agresión de China en la región del Indo-Pacífico.

Este análisis se produce en el contexto del pacto AUKUS, que busca fortalecer la cooperación defensiva entre Australia, el Reino Unido y Estados Unidos.

Según el congresista republicano Michael McCaul, quien ha sido un defensor clave de este acuerdo, la administración de Donald Trump, que se prepara para asumir nuevamente el poder, podría mantener su compromiso con el pacto a pesar de su enfoque de "América Primero".

McCaul, durante una reunión privada del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, señaló que no ha encontrado indicios de que la administración Trump planee distanciarse de AUKUS. Lo que respalda su optimismo es que el origen de este acuerdo se remonta a la administración Trump, cuando el entonces secretario de Estado Mike Pompeo lo propuso.

"No he visto nada que sugiera que se alejarán de eso", afirmó McCaul.

Desde su anuncio y firma por parte de Joe Biden, el pacto AUKUS ha suscitado tanto esperanza como preocupación.

Con los republicanos al control de Washington, Australia podría verse presionada a desempeñar un papel aún más activo en la contención de China, a pesar de los esfuerzos realizados por el primer ministro australiano, Anthony Albanese, para estabilizar las relaciones.

McCaul enfatizó que Australia es clave en este esfuerzo, señalando: "Australia es el país, el continente, que necesitamos fortalecer y con el que debemos trabajar".

Este papel protagónico de Australia en el Pacífico es visto por muchos analistas como esencial para limitar la influencia de Xi Jinping y su gobierno.

McCaul subrayó que, sin AUKUS, el presidente chino podría sentirse más empoderado y audaz en sus acciones.

"Esto es lo que mantiene al presidente Xi despierto por la noche", aseguró.

Además, el representante demócrata Joe Courtney, otro defensor del pacto en el Congreso, mencionó que las recientes pruebas conjuntas de tecnologías militares habilitadas por inteligencia artificial han generado preocupación en Pekín.

"Saben que estamos observando", afirmó Courtney, aludiendo a la necesidad de mantenerse al frente de la innovadora tecnología militar.

Históricamente, la relación entre Australia y Estados Unidos ha sido estrecha, con acuerdos de defensa que se remontan a décadas atrás.

La base naval de Rockingham en Australia, que alberga submarinos nucleares estadounidenses, es una muestra tangible de esta colaboración.

Sin embargo, el desafío actual reside en cómo estas naciones aliadas responderán a las acciones cada vez más agresivas de China en la región, especialmente en el contexto de su creciente militarización en el Mar del Sur de China.

Con la tensión geopolítica en aumento, el pacto AUKUS puede servir como un ejemplo de cómo las democracias pueden unirse para enfrentar amenazas comunes, al tiempo que se consideran cuidadosamente los sacrificios que plantea en términos de recursos y estrategias de defensa en la región.