El gobierno venezolano exhorta a sus ciudadanos en Estados Unidos a evitar desplazamientos y abandonar el país ante las alertas de riesgos y violaciones de derechos humanos.

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El gobierno de Venezuela ha emitido una contundente recomendación para sus ciudadanos que residen en Estados Unidos, instándolos a evitar cualquier movimiento hacia ese país y, en caso de estar allí, a abandonar su territorio de inmediato.

La advertencia se produce en medio de una serie de alertas internacionales y declaraciones oficiales que señalan graves riesgos para los venezolanos en territorio estadounidense.

Según informó el canciller venezolano, Yván Gil, a través de un mensaje publicado en la plataforma Telegram, la decisión de emitir esta alerta se sustenta en la persistente violación de derechos humanos contra los venezolanos en Estados Unidos.

Gil afirmó que, actualmente, los venezolanos en ese país enfrentan un patrón sistemático de abusos, que incluyen detenciones arbitrarias, separación de familias y traslado a campos de concentración en terceros países.

Estos hechos reflejan una crisis humanitaria que, según expertos en derechos humanos, ha ido en aumento en los últimos años.

Desde la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999, Venezuela ha atravesado múltiples crisis políticas y económicas que han provocado una diáspora masiva.

En la actualidad, se estima que más de 5 millones de venezolanos viven en el exterior, muchos de ellos en Estados Unidos, donde enfrentan no solo desafíos económicos, sino también un clima de xenofobia y discriminación.

La situación se ha agravado en los últimos años, especialmente tras las políticas migratorias más estrictas de administraciones como la de Donald Trump.

El canciller Gil denunció que el uso del chantaje migratorio y la criminalización de la comunidad venezolana en Estados Unidos constituyen la forma más cruel de xenofobia promovida por ciertos sectores de la ultraderecha en ambos países.

La presencia de estas políticas ha provocado que muchas familias venezolanas vivan bajo la constante amenaza de detenciones o deportaciones, sin un proceso legal justo.

Además, algunas organizaciones internacionales han documentado casos en los que venezolanos han sido trasladados a países como Colombia, Perú y otros en Centroamérica, en condiciones que violan derechos fundamentales.

Por otro lado, Estados Unidos mantiene una alerta de nivel 4, la máxima, para viajeros hacia Venezuela, debido a los altos riesgos que implica visitar ese país.

La embajada estadounidense en Caracas ha señalado que existe un riesgo elevado de detenciones injustas, torturas, delitos violentos y disturbios civiles.

La falta de una embajada o consulados activos en Venezuela limita la asistencia consular para los estadounidenses en territorio venezolano, lo que agrava aún más la situación.

El gobierno de Donald Trump, en su momento, reiteró que ninguna doble nacionalidad, visa venezolana o experiencia previa en el país garantiza protección alguna a los ciudadanos estadounidenses en Venezuela.

Este escenario refleja la complejidad de las relaciones diplomáticas entre ambos países, marcada por sanciones, desacuerdos políticos y crisis humanitarias.

La comunidad internacional ha instado a ambos gobiernos a buscar soluciones dialogadas que protejan los derechos de sus ciudadanos y promuevan la estabilidad en la región.

Mientras tanto, la recomendación de Venezuela de abandonar Estados Unidos para sus ciudadanos se suma a una serie de advertencias similares en otros países, ante el incremento de riesgos y violaciones de derechos humanos en el contexto migratorio.

En definitiva, la situación de los venezolanos en Estados Unidos continúa siendo preocupante, con un aumento en las denuncias de abusos y una política migratoria cada vez más restrictiva.

La comunidad internacional y las organizaciones de derechos humanos llaman a ambos gobiernos a actuar con responsabilidad y a proteger la integridad de las personas, independientemente de su nacionalidad.

La diáspora venezolana, que ha sido fundamental en la economía y cultura de múltiples países, sigue enfrentando desafíos que requieren atención urgente y soluciones humanas.