En Europa del Este, específicamente en Ucrania, las fuerzas armadas cansadas y agotadas de Ucrania han tenido su mejor semana en meses, no en los campos de batalla fangosos del Donbass, sino en los pasillos del poder en Washington.

Después de muchas rondas de discusión e indecisión, la votación de la Cámara de Representantes de Estados Unidos para proporcionar $94 mil millones en nueva ayuda militar para Ucrania esta semana puede ser un punto de inflexión en la guerra con Rusia.

Al menos, mantendrá a Ucrania en la lucha.

El presidente Joe Biden firmó el proyecto de ley el jueves, diciendo que las armas comenzarían a fluir hacia Ucrania "en cuestión de horas". Como dijo el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, no pueden llegar lo suficientemente pronto.

En los últimos meses, la marea ha girado decisivamente contra los ucranianos en el campo de batalla, ya que se han visto obligados a conservar municiones de artillería y defensa aérea mientras los suministros de Kyiv disminuían.

Moscú ha estado disparando hasta 10 rondas de artillería por cada ronda ucraniana, y está produciendo más para satisfacer la demanda "Los rusos van... tres turnos al día, 24/7" en su industria de defensa, dijo el jefe de adquisiciones del Pentágono, William LaPlante, el miércoles.

"Dependiendo de a quién creas, gastan alrededor del 6 al 7 por ciento de su PIB en su ejército, nosotros estamos en aproximadamente el 3,2 por ciento." Fuera de las líneas del frente, los sistemas de defensa aérea muy elogiados de Ucrania, que en una etapa derribaban alrededor del 90 por ciento de los misiles y drones rusos, se han vuelto dramáticamente menos efectivos, con consecuencias desastrosas para sus ciudades e infraestructura.

El apoyo estadounidense "salvará miles y miles de vidas", dijo Zelensky esta semana, añadiendo que el proyecto de ley "mantiene la historia en el camino correcto".