La batalla de Avdiivka es un claro ejemplo de la crueldad de la invasión rusa en Ucrania, donde se han revelado terribles actos de violencia contra la población civil.
En la última semana, la larga y brutal batalla de Avdiivka llegó a un punto álgido, con el Ejército ruso obligando a la retirada de las unidades ucranianas.
Tras la conquista de la ciudad por parte de los ucranianos en 2014, las fuerzas rusas expandieron significativamente sus ataques a finales de 2023, y han rodeado de manera inexorable la ciudad mientras bombardeaban sus edificios y defensores hasta dejarlos en ruinas sangrientas.
Al llegar al periodo de dos años de la guerra de Putin contra su vecino soberano y democrático, la 'captura por destrucción' de Avdiivka por parte de Rusia es una metáfora de su enfoque en esta guerra.
Al verse claro que el plan de 10 días de Rusia para someter políticamente a Kyiv y a su gobierno había fracasado, Rusia decidió que preferiría destruir a Ucrania antes que permitir que existiera como un ejemplo de autodeterminación y resiliencia soberana para los ciudadanos rusos.
Dos soldados rusos en Avdiivka después de la retirada de Ucrania de la ciudad.
Crédito: AP
Las revelaciones de la extensa tortura y asesinato de civiles ucranianos por parte de Rusia en Bucha fueron horripilantes.
Incluyeron el descubrimiento de centros de detención y tortura estandarizados en múltiples lugares anteriormente ocupados por los rusos.
Indicaron que Rusia había adoptado la violación institucionalizada, la tortura, el secuestro y el asesinato para someter a los ciudadanos ucranianos en territorio ocupado por Rusia.
Los prisioneros de guerra ucranianos han sido rutinariamente privados de alimentos, golpeados, castrados y asesinados.
Los millones de ucranianos que permanecieron fuera de las tierras capturadas por Rusia no estuvieron libres de su campaña estratégica y política para intimidarlos a una acomodación política y aceptación de la soberanía rusa.
Miles de misiles rusos, drones y cohetes balísticos han sido lanzados contra infraestructuras civiles como plantas de energía, centros comerciales, escuelas y hospitales.
Putin espera demostrar que el gobierno de Ucrania no puede defender a su pueblo, y que eventualmente, la única posible victoria en esta guerra es la rusa.
Los ucranianos, y ciudadanos de gran parte del mundo, se vieron alentados por la resistencia decidida y valiente del personal militar ucraniano (apoyados por ciudadanos locales) en el norte del país.
Reforzados por la influencia estratégica del presidente Volodymyr Zelensky y sus discursos ante parlamentos globales, instituciones multinacionales y redes sociales, los ucranianos demostraron que el aspecto más central para mantener la vida y prosperidad de cualquier nación soberana: la voluntad.
Fue el teórico prusiano Carl von Clausewitz quien codificó la importancia de la voluntad en la competencia entre naciones y la confrontación de fuerzas militares.
Uno de sus pasajes más importantes dice: 'La guerra es un acto de violencia destinado a obligar a nuestro oponente a cumplir nuestra voluntad'. Los ucranianos, desde los primeros días de la guerra y cada día desde entonces, han demostrado una voluntad intensa y decidida de resistir las crueldades de Putin contra su nación.
Pero, por vital que haya sido esta voluntad nacional, no es suficiente.
En las guerras modernas, las naciones deben movilizar su producción, su gente e ideas para resolver los problemas planteados por las nuevas tecnologías.
El conflicto es ahora una guerra de producción industrial.
Tras la guerra en el norte, el uso a gran escala de la fuerza rusa en las campañas del este de mediados de 2022 indicó que el uso masivo de las fuerzas terrestres y la artillería había regresado tras décadas de ausencia.
Los rusos reconocieron esto temprano.
La declaración de movilización parcial de Putin en septiembre de 2022 incluyó el aumento de la producción de defensa.