El plan bipartidista para frenar el récord de inmigrantes ilegales cruzando la frontera entre Estados Unidos y México ha sido bloqueado por los republicanos siguiendo las directrices de Donald Trump.

El expresidente planea utilizar esta crisis como tema central de su campaña electoral mientras busca regresar al poder.

Este bloqueo también perjudica a un paquete de ayuda de emergencia de mayor envergadura destinado a financiar la lucha de Ucrania contra Rusia, la guerra de Israel contra Hamas y la seguridad en la región del Indo-Pacífico.

El dinero destinado a estas causas queda ahora en un estado de incertidumbre, en otro ejemplo de la disfunción que afecta a un Congreso estadounidense profundamente dividido y aparentemente sometido al expresidente.

"Hay una amenaza existencial: es Donald Trump", dijo Joe Biden en un evento de recaudación de fondos para su campaña en Nueva York.

Los republicanos se han negado a avanzar con el proyecto de ley en el Senado después de años de lamentar el sistema de inmigración roto de Estados Unidos.

Durante los últimos meses, miembros del Partido Republicano han ofrecido conferencias de prensa en la frontera exigiendo que Biden tome medidas.

Incluso intentaron destituir al Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, pero no consiguieron los votos necesarios después de que algunos republicanos se unieran a los demócratas.

Ahora, después de que senadores de ambos partidos pasaran meses elaborando el proyecto de ley, la mayoría de los republicanos han matado oficialmente el plan.

Esto ocurrió después de que Trump, cuya campaña electoral se centra en gran medida en la crisis fronteriza, dejara claro públicamente y en privado a los miembros individuales que no quería que se aprobara.

"Están utilizando este terrible proyecto de ley en el Senado como una forma de cargar el DESASTRE FRONTERIZO sobre los hombros de los republicanos.

Los demócratas ROMPIERON LA FRONTERA, ellos deberían arreglarlo", escribió Trump en su plataforma de redes sociales.