Múltiples ciudades ucranianas, incluyendo Kyiv, son blanco de ataques con misiles hipersónicos por parte de Rusia, dejando al menos siete muertos y un hospital infantil dañado.

En un alarmante giro de los acontecimientos, el presidente ruso Vladimir Putin ha lanzado una serie de ataques con misiles en diversas ciudades ucranianas, incluyendo la capital Kyiv, provocando la muerte de al menos siete personas y dejando decenas de heridos, así como daños en un hospital infantil.

Los ataques, realizados a plena luz del día, también impactaron en las ciudades sureñas de Dnipro, Kropyvnytskyi y Kryviy Rih.

Las autoridades locales informan que al menos siete personas fueron asesinadas y otras resultaron heridas tras el ataque con misiles en Kyiv, mientras que al menos 20 personas han muerto y 31 han resultado heridas en la ciudad central de Kryvyi Rih en la región de Dnipro.

Estos ataques tuvieron lugar en vísperas de la cumbre de la OTAN en Washington, donde Ucrania espera recibir compromisos de ayuda a largo plazo de los aliados en medio del mayor conflicto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, quien se encuentra de visita en Polonia, afirmó que Rusia había disparado al menos 40 misiles contra objetivos en todo el país.

"Y el mundo entero debe utilizar toda su determinación para finalmente poner fin a los ataques rusos", declaró Zelensky.

"Matar es lo que trae (Vladimir) Putin.

Solo juntos podemos lograr una paz y seguridad real".

La fuerza aérea ucraniana informó que las fuerzas rusas lanzaron múltiples misiles balísticos y de crucero con explosiones escuchadas y sentidas en toda la capital.

El ataque incluyó misiles hipersónicos Kinzhal, que vuelan a 10 veces la velocidad del sonido, según la fuerza aérea.

La administración militar de Kyiv comunicó a través de Telegram que al menos siete personas han muerto en la ciudad y otras nueve han resultado heridas.

Se ha instado a la población a refugiarse en los refugios de la ciudad.

La preocupación y la angustia crecen en Ucrania ante la escalada de violencia desatada por los ataques rusos con misiles hipersónicos.