En una intensa jornada electoral en el Reino Unido, con solo siete horas antes del cierre de las urnas, Jeremy Corbyn, un parlamentario con 41 años de experiencia en el parlamento británico que lideró al Partido Laborista del Reino Unido en dos elecciones, recurrió a las redes sociales para hacer un último llamado a los votantes.

"Hoy, Palestina está en la papeleta", escribió Corbyn, un veterano de la izquierda y ferviente activista pro palestino que fue expulsado de su partido por un escándalo de antisemitismo.

Si me reeliges como diputado independiente en Islington North, me comprometo a defender siempre al pueblo de Gaza y abogar por el único camino hacia una paz justa y duradera: poner fin a la ocupación de Palestina."

El partido Laborista, liderado por Sir Keir Starmer, sufrió importantes contratiempos electorales en áreas con grandes poblaciones musulmanas debido al descontento por la posición del partido en la guerra de Gaza.

A pesar de ser arrastrado a la victoria con una gran mayoría, la votación del partido cayó en promedio 10 puntos en lugares donde más del 10 por ciento de la población se identifica como musulmana.

A pesar de que el Laborista ha dicho que quiere que termine la lucha en Gaza, también ha respaldado el derecho de Israel a defenderse, lo que ha enfurecido a algunos de los 3,9 millones de musulmanes que representan el 6,5 por ciento de la población británica.

El resultado probablemente servirá como un aviso para el gobierno del Partido Laborista de Australia, en medio de su propia crisis interna por la senadora Fatima Payman, que renunció al partido esta semana por su postura sobre Gaza.

En la misma jornada, cinco candidatos independientes ganaron sus escaños en todo el Reino Unido al hacer campaña contra el Laborista, exigiendo un alto el fuego en Gaza, el reconocimiento de un estado palestino y una solución de dos estados.

Junto con la elección de cuatro candidatos verdes pro Gaza, han sacudido a los organizadores del Laborista.