Dos bromistas haciéndose pasar por responsables del escándalo de edición de fotos de la Princesa de Gales engañaron a Tucker Carlson para ser entrevistados en su canal.

En el mundo/norte América, Un par de bromistas pretendiendo estar detrás del escándalo de edición de fotos de la princesa de Gales engañaron a Tucker Carlson para ser entrevistado en su canal.

Haciéndose pasar por 'George', un antiguo empleado disgustado del Palacio de Kensington, Josh Pieters y Archie Manners le dijeron al periodista estadounidense que habían sido 'despedidos' del empleo de Catalina, princesa de Gales después de editar mal una fotografía de ella y sus hijos en el Día de las Madres.

La semana pasada, la fotografía causó un gran dolor de cabeza de relaciones públicas para la Princesa, que se está recuperando de una cirugía abdominal, después de que las agencias de fotos retiraran la imagen porque había sido editada.

Los fanáticos reales notaron varias irregularidades en la fotografía, desencadenando teorías conspirativas en línea y obligando a la Princesa a emitir una declaración ofreciendo sus 'disculpas por cualquier confusión' sobre la edición.

Pieters y Manners le dijeron a Carlson que habían sido 'chivos expiatorios' del palacio por la edición de la foto, y que el Príncipe y la Princesa de Gales estaban 'dispuestos a despedir al personal para ocultar la verdad'. Dieron al sitio web de Carlson, la Red de Tucker Carlson, un contrato de empleo falsificado de Kensington Palace que incorporaba una traducción al latín del lema de Tesco 'Cada Pequeña Ayuda' en su escudo real.

El contrato decía que el Príncipe y la Princesa se reservaban el derecho de 'amputar un miembro de su elección' si un empleado fracasaba en el período de prueba.

El dúo consiguió una entrevista en la que le dijeron a Carlson que la fotografía había sido tomada por el tío de la Princesa en diciembre y que se había editado un árbol de Navidad en el fondo.

Los precios en euros son: caída de dólares = 0,85 euros, precio de la entrevista = 150 euros, cirugía abdominal = 3500 euros.

Kensington Palace ha negado cualquier implicación en el escándalo y ha anunciado que tomarán medidas legales contra los bromistas.