Joe Biden y Donald Trump se enfrentan en el primer debate presidencial de gran importancia de la campaña.

En Estados Unidos, Joe Biden y Donald Trump se enfrentan esta semana en uno de los eventos más importantes de la campaña hasta ahora: el primer debate presidencial.

Han pasado cuatro años desde que compartieron por última vez un escenario de debate, y las encuestas sugieren que están virtualmente empatados mientras se acercan a una revancha electoral en noviembre.

Con tanto en juego, el debate del viernes ofrece una rara oportunidad para que ambos candidatos defiendan su caso para otros cuatro años en la Casa Blanca.

Aquí hay cinco cosas que debes saber:

- Este debate será diferente a cualquier otro en la historia.

Nunca antes se había celebrado un debate tan temprano en un año electoral y nunca antes había involucrado a un presidente en ejercicio y a un expresidente.

El evento del viernes es también la primera vez desde el debate presidencial inaugural en 1960, cuando John F. Kennedy se enfrentó a Richard Nixon, que no habrá audiencia.

En su lugar, el enfrentamiento verbal de 90 minutos tendrá lugar en los estudios de CNN en Atlanta a las 9pm del jueves (11am del viernes, hora de Europa Central), moderado por Jake Tapper y Dana Bash.

Los micrófonos estarán silenciados a menos que se instruya a un candidato a hablar.

Los candidatos también tienen prohibido llevar notas o utilerías pre-escritas, y solo recibirán un bolígrafo, papel y una botella de agua para llevar al escenario.

Un volado determinó las posiciones de los púlpitos y el orden de los discursos de cierre.

La campaña de Biden ganó el sorteo y eligió el púlpito a la derecha del espectador; la campañ de Trump eligió dar el último discurso de cierre de la noche.

¿Quién quiere palomitas de maíz?

- Biden no puede permitirse tener una mala noche.

Cada lado entra en este debate con suficiente munición política para atacar a su oponente o resaltar sus propias fortalezas.

Pero, justa o injustamente, la gran pregunta es si Biden, el presidente más anciano de Estados Unidos, está mental y físicamente preparado para otra cuatro años como líder del mundo libre.

Claro, hay dudas sobre la capacidad cognitiva de Trump, y no es difícil encontrar numerosos ejemplos de monólogos incoherentes del octogenario en los últimos meses (su último discurso, en un mitin en Las Vegas bajo un intenso calor este mes, involucró una extraña historia sobre barcos eléctricos y ataques de tiburones). Pero los republicanos han hecho un trabajo mucho mejor al retratar al septuagenario Biden como un viejo senil que apenas puede encontrar su camino fuera de un escenario, mucho menos permanecer en uno durante 90 minutos.