La exprimera presidenta chilena Michelle Bachelet anunció su intención de competir por la Secretaría General de las Naciones Unidas, destacando el liderazgo femenino como cambio histórico para la organización y para Chile. Este artículo detalla el contexto, las posibles repercusiones y las reacciones regionales.
En esa conversación, Bachelet describió la eventual candidatura como una oportunidad histórica para #Chile y para el mundo, subrayando que el planeta está preparado para que una mujer asuma ese puesto por primera vez.
La #ONU no ha tenido ninguna mujer en el máximo cargo en sus 80 años de existencia, dato que agrega simbolismo a su postulación. Bachelet señaló que las mujeres pueden aportar un liderazgo diferente, más firme en ciertos aspectos, pero también con un componente de humanidad necesario para afrontar los problemas globales.
En la entrevista, la exmandataria insistió en que su candidatura no es solo una aspiración personal, sino un impulso para priorizar temas como la equidad de género, la lucha contra la pobreza y la protección de derechos humanos a escala mundial.
Su equipo ha indicado que la experiencia de Chile en reformas institucionales podría aportar herramientas útiles para una gestión multilateral más efectiva.
La postulación llega en un momento en que la ONU enfrenta desafíos crecientes, desde crisis humanitarias hasta cambios climáticos y migratorios. En este marco, analistas señalan que el #liderazgo femenino podría aportar una perspectiva diferente para coordinar respuestas entre Estados y agencias, recordando que la organización celebra este año ocho décadas de existencia sin que una mujer haya ocupado ese puesto.
El anuncio ha generado distintas reacciones en la región. Mientras para algunos actores su candidatura podría fortalecer la credibilidad de América Latina ante la comunidad internacional, otros advierten de la dura competencia frente a candidaturas de potencias con intereses variados.
En Chile
En Chile, la noticia reaviva también el debate sobre el peso regional en foros globales y la reputación internacional del país.
Supuestamente, sobre apoyos y alianzas, el futuro presidente de Chile, José Antonio Kast, afirmó que asumirá el 11 de marzo y no ha descartado un posicionamiento definitivo en relación con Bachelet, lo que añade un componente de incertidumbre a la carrera.
Fuentes cercanas señalan que los movimientos de actores regionales podrían influir en la dinámica de apoyos a la candidatura.
presuntamente, si se activa una campaña internacional, los costos logísticos y de cabildeo podrían rondar los 1,8 a 2,5 millones de euros, según estimaciones de analistas; estas cifras no están confirmadas y podrían variar con la intensidad de los apoyos y las negociaciones.
Se trata, no obstante, de un impacto presupuestario que, de hacerse realidad, implicaría coordinación entre ministerios y entidades diplomáticas para optimizar recursos.
En resumen, la candidatura de Bachelet se presenta como un hito para Chile y la región, y como una prueba de fuego para la gobernanza multilateral en un mundo marcado por tensiones y desafíos comunes.
