Dos jóvenes revelan su encuentro con la familia Phillips, que lleva tres años desaparecida en el bosque neozelandés, lo que arroja luz sobre su misteriosa situación.

En una sorprendente revelación, dos adolescentes se encontraron cara a cara con la familia Phillips, que ha estado desaparecida en la naturaleza de Nueva Zelanda durante más de tres años.

Este encuentro tuvo lugar el 2 de octubre, cerca de las famosas Cuevas de Waitomo, ubicadas en la Isla del Norte, alrededor de una hora en coche del lugar.

Los jóvenes, de 16 años, inicialmente pensaron que la familia que encontraban estaba cazando furtivamente.

La escena se desarrolló en una granja, donde la familia, compuesta por el padre Tom Phillips y sus hijos Jayda, Maverick y Ember, se aprestaba a seguir su camino, equipados con mochilas grandes y camuflaje.

Este aspecto, combinado con la hora del día y su ubicación, llevó a los adolescentes a suponer que estaban ante unos cazadores ilegales.

Uno de los jóvenes, que prefirió permanecer en el anonimato, relata que la conversación inició con una advertencia sobre el terreno privado.

Jayda, la hija mayor, respondió con una actitud despreocupada.

Durante ese breve intercambio, se preguntó si alguien sabía que estaban allí, y la respuesta fue que solo ellos.

Dicho esto, la familia continuó su marcha hacia Marokopa, sin que los adolescentes percibieran indicios de que estaban en peligro.

Sin embargo, al sentirse intrigados por lo que consideraban un posible caso de caza furtiva, decidieron grabar un video como prueba de su descubrimiento.

Solo cuando el joven envió el video a su abuelo se dieron cuenta del significado real de aquel encuentro fortuito y de que habían hablado con la familia Phillips.

Esta familia ha estado en el centro de un misterio desde que fue reportada como desaparecida en diciembre de 2021, lo que ha generado un amplio interés mediático y público.

Desde el inicio de su desaparición, el caso ha despertado suspicacias y teorías.

Se ha informado que Tom Phillips tomó a sus hijos sin el consentimiento de su madre, una situación que ha suscitado una amplia discusión sobre la protección infantil y los derechos de los padres en Nueva Zelanda.

Este acontecimiento sirve para recordar la importancia de la vigilancia en la protección de los niños, sobre todo en casos de custodia disputada.

La familia Phillips ha sido objeto de múltiples búsquedas y reportes de avistamientos, lo que ha hecho que su historia resuene profundamente en la sociedad neozelandesa.

Ahora, con el encuentro de estos dos adolescentes, muchos esperan que se pueda arrojar más luz sobre la situación y el paradero de la familia.

La comunidad sigue atenta, esperando por una resolución definitiva y la esperanza de que los niños regresen a un ambiente seguro y donde se respeten sus derechos.

Seguir el rastro de la familia Phillips no solo es esencial para su propia seguridad, sino que también plantea preguntas sobre la vigilancia en situaciones de custodia complejas, que podrían ayudar a prevenir casos similares en el futuro.