El Museo Británico ha anunciado que ha despedido a un miembro de su personal tras descubrirse que tesoros de su colección, incluyendo joyas de oro y gemas, están desaparecidos, robados o dañados. El museo, uno de los más visitados del mundo, ha emprendido acciones legales contra el individuo y también ha puesto en marcha una revisión de seguridad. La Policía Metropolitana de Londres está llevando a cabo una investigación. Los objetos, en su mayoría pequeñas piezas guardadas en una sala de almacenamiento, incluyen joyas de oro, gemas, piedras semipreciosas y vidrio que datan desde el siglo XV a.C. hasta el siglo XIX d.C. Ninguno de los objetos ha estado recientemente en exhibición pública y se mantienen principalmente con fines académicos e investigativos. El museo, de 264 años de antigüedad, ha ordenado además una revisión independiente de seguridad y un programa vigoroso para recuperar los objetos desaparecidos.

El Museo Británico, uno de los más destacados en el mundo, ha sido escenario de un sorprendente hecho.

Ha salido a la luz un caso de desaparición de valiosos objetos de su colección, entre ellos joyas de oro y gemas, que ha dejado al descubierto problemas de seguridad en la institución.

La noticia ha causado gran conmoción y ha llevado a la toma de medidas drásticas.

El museo ha tomado la decisión de despedir a uno de sus empleados como consecuencia de este incidente.

Además, ha anunciado que ha emprendido acciones legales contra esta persona y ha puesto en marcha una revisión exhaustiva de sus sistemas de seguridad.

De igual manera, la Policía Metropolitana de Londres está llevando a cabo una investigación para esclarecer los hechos.

Según ha informado el Museo Británico, los objetos desaparecidos pertenecen en su mayoría a piezas pequeñas que se encontraban guardadas en una sala de almacenamiento.

Estos objetos incluyen joyas de oro, gemas, piedras semipreciosas y vidrio que datan desde el siglo XV a.C. hasta el siglo XIX d.C. Cabe destacar que ninguno de estos objetos había sido exhibido recientemente y su función principal era la de ser utilizados para fines académicos e investigativos.

Ante este lamentable suceso, el director del museo, Hartwig Fischer, ha expresado su preocupación y ha afirmado que se toma muy en serio la salvaguarda de todos los objetos bajo su cuidado.

Además, ha anunciado que ya se han realizado mejoras en las medidas de seguridad y que se está trabajando junto con expertos externos para realizar un inventario exhaustivo de los objetos desaparecidos, dañados y robados.

Este inventario permitirá centrar los esfuerzos en la recuperación de los objetos.

Por su parte, George Osborne, ex ministro de finanzas y actual presidente del museo, ha manifestado la gran preocupación de los miembros del consejo al enterarse del robo a principios de este año.

El museo, fundado hace 264 años, ha ordenado también una revisión de seguridad independiente y un programa enérgico para recuperar los objetos desaparecidos.