En un intento por protegerse de los recurrentes ataques del cartel, el candidato Willy Ochoa ha aumentado su seguridad con un importante convoy

En Villa Las Rosas, esta vez, Willy Ochoa trajo refuerzos.

A diferencia de la última vez, estaría preparado para los ataques del cartel.

Lo acompañaban tres camiones de tropas de la guardia nacional.

Dos autos de la policía estatal con luces rojas intermitentes.

Viajaba en su propio SUV a prueba de balas, y contaba con un grupo de fornidos guardias de seguridad.

Uno de ellos iba sentado en la batea de una camioneta, con la mirada fija en el cielo.

"Se asegura de que no disparen una bomba desde un dron", explicó Ochoa.

El convoy de seguridad del candidato Willy Ochoa, formado por patrullas de la Guardia Nacional, la Policía Estatal y seguridad privada, salió del municipio de Las Rosas, México.

Crédito: Victoria Razo/Washington Post

Así es como es hoy postularse para el Senado en México.

"Estás en riesgo en todo momento", dijo el candidato.

Los grupos del crimen organizado están convirtiendo las elecciones de México en un campo de batalla literal, haciendo que la campaña de este año sea una de las más mortales en la historia moderna del país.

Más de dos docenas de candidatos han sido asesinados previo a la votación del 2 de junio; cientos han abandonado la carrera.

Más de 400 han solicitado al gobierno federal detalles de seguridad.

La campaña de intimidación y asesinatos está poniendo en riesgo la democracia misma.

El objetivo de los grupos armados es instalar líderes amistosos en cargos locales para poder explotar mejor a las comunidades mexicanas.

Anteriormente centrados en el envío de drogas a Estados Unidos, los carteles ahora también trafican con migrantes, extorsionan negocios y ganan contratos para empresas que controlan.

Quieren nombrar a jefes de policía municipales y directores de obras públicas.

Eso hace que controlar las alcaldías sea crucial.

Pero los candidatos a gobernador y al Congreso también están en riesgo.

En algunas áreas, los carteles tienen tanto poder que pueden decidir quién puede entrar en los pueblos, o incluso lo que la gente puede decir en voz alta.

"No les gusta que hables sobre la violencia del crimen organizado, la extorsión, la gente obligada a abandonar sus comunidades", dijo Ochoa, postulándose como candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para representar al estado de Chiapas en el Senado.

Cuando su campaña anuncia visitas a áreas conflictivas, dijo, "recibimos amenazas y advertencias para que no vayamos".