Las autoridades portuguesas inician una nueva fase de pesquisas en el caso de Madeleine McCann, en colaboración con la policía alemana, en un esfuerzo por esclarecer su desaparición en 2007.
La Policía Judicial de Portugal anunció este lunes el comienzo de una nueva serie de investigaciones en el marco del caso Madeleine McCann, que se extenderá hasta el próximo viernes.
La decisión fue tomada a petición de las autoridades alemanas y forma parte de una colaboración internacional para esclarecer la desaparición de la niña británica, ocurrida en 2007 en la localidad de Praia da Luz, en el Algarve portugués.
Según informó la Policía Judicial en un comunicado oficial, las nuevas diligencias responden a una Decisión Europea de Investigación (DEI), autorizada por la fiscalía del distrito de Faro.
Estas pesquisas incluyen una variedad de acciones, como órdenes de búsqueda en diferentes ubicaciones, focalizadas en la residencia donde vivió Christian Brückner, principal sospechoso en la investigación alemana.
Las operaciones se llevarán a cabo en Lagos, municipio donde se encuentra Praia da Luz, durante cinco días consecutivos, del 2 al 6 de junio.
En el marco de estas investigaciones, todas las pruebas incautadas por las autoridades portuguesas serán entregadas a las autoridades alemanas, previa autorización de la Fiscalía Nacional, para su análisis.
La Fiscalía de Braunschweig, en Alemania, ha emitido una orden de registro en relación con Brückner, quien es considerado el principal sospechoso del secuestro y posible asesinato de Madeleine.
La policía alemana lo tiene en el punto de mira desde 2020, cuando lo declararon sospechoso principal, aunque aún no existe una acusación formal contra él.
Christian Brückner, de 48 años, fue condenado en 2020 a siete años de prisión por la violación de una mujer estadounidense en 2005, en la misma región del Algarve, en Portugal.
Aunque en la actualidad cumple esa condena, existe la posibilidad de que sea liberado en septiembre de 2024, tras ser absuelto de otros cargos relacionados con abusos sexuales infantiles en octubre de 2024.
El sospechoso estuvo en las inmediaciones del lugar donde desapareció Madeleine, según registros de su teléfono móvil, y hay testimonios que afirman que le confesó el crimen a un testigo, aunque todavía no hay pruebas concluyentes que puedan formalizar cargos contra él.
Las investigaciones actuales también apuntan a una posible conexión con una vivienda en la zona donde Brückner residió, y las autoridades portuguesas han adelantado que la búsqueda se centrará en esa área.
La historia de Madeleine McCann, cuyo caso fue uno de los más mediáticos del mundo en su momento, continúa siendo motivo de atención internacional.
Sus padres han mantenido viva la esperanza y han continuado presionando para que las investigaciones sigan en marcha en busca de respuestas y justicia.
Este caso ha marcado un antes y un después en la cooperación internacional en investigaciones de desapariciones infantiles, impulsando cambios en las leyes y en la colaboración entre países para resolver casos complejos.
La desaparición de Madeleine en 2007 conmocionó a la opinión pública y generó una ola de solidaridad global, además de impulsar campañas para ampliar las investigaciones y buscar nuevas pistas que puedan llevar a la pequeña de regreso a casa.
La expectativa ahora está puesta en los resultados de estas nuevas búsquedas, que podrían proporcionar información crucial para resolver uno de los casos más enigmáticos de los últimos años.
