El ex primer ministro Kevin Rudd ha defendido firmemente a Joe Biden en medio de crecientes preocupaciones de que el presidente de Estados Unidos es demasiado mayor para aspirar a la reelección. En una amplia entrevista, el embajador de Australia en Estados Unidos también criticó a China por el incidente del sonar en el mar, minimizó las esperanzas de que la legislación AUKUS pueda ser aprobada antes de fin de año, y abordó los comentarios despectivos que hizo anteriormente sobre Donald Trump, a quien una vez describió como 'loco', 'traidor al Occidente' y 'el presidente más destructivo de la historia'.

El ex primer ministro australiano, Kevin Rudd, ha declarado en una entrevista que apoya firmemente a Joe Biden y lo describe como un negociador de primera clase en cuestiones globales.

Rudd defendió al presidente estadounidense de las preocupaciones sobre su edad y rendimiento, y aseguró que en sus conversaciones con Biden, ha demostrado estar plenamente comprometido e informado sobre los temas de importancia para Australia.

Rudd también aprovechó la entrevista para criticar a China por el reciente incidente del sonar en el mar.

Además, minimizó las esperanzas de que la legislación AUKUS pueda ser aprobada antes de finales de año y abordó los comentarios despectivos que hizo sobre Donald Trump en el pasado.

Aunque Rudd hizo estas declaraciones como 'pensador independiente', señaló que Australia está preparada para lidiar con un posible regreso de Trump a la Casa Blanca.

El embajador de Australia en Estados Unidos aseguró que existe un nivel de apoyo bipartidista en Australia hacia la alianza con Estados Unidos, que trasciende las diferencias políticas, tanto en Australia como en Estados Unidos.

En cuanto a Biden, Rudd afirmó que la elección está en manos de los votantes estadounidenses y que él ha sido un interlocutor de primera clase en los asuntos que han discutido con él, como el Medio Oriente, Ucrania, China, minerales críticos y energía limpia.

Las reflexiones de Rudd llegan siete meses después de asumir su cargo como embajador de Australia en Washington, reemplazando al exsenador liberal Arthur Sinodinos.

Como el primer ex primer ministro en asumir este puesto y con un doctorado de la Universidad de Oxford sobre el presidente chino Xi Jinping, su presencia ha fortalecido inmediatamente la influencia diplomática de Canberra en una ciudad donde pocos temas unen más a demócratas y republicanos que la creciente amenaza de Beijing.