Un profesor de Argentina que estuvo preso durante 18 meses debido a una acusación falsa fue finalmente liberado luego de que se confirmara su inocencia, revelando fallos en el sistema judicial y poniendo en evidencia la importancia de las pericias psicológicas en estos casos.

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Benicio Cuellar, un profesor de inglés en Zanja Honda, Argentina, pasó más de un año y medio en prisión preventiva tras ser acusado de abuso sexual en 2023.

La historia, que conmocionó a la comunidad local, tuvo un giro decisivo cuando una exhaustiva pericia psicológica demostró que las acusaciones eran infundadas, confirmándose posteriormente por la misma denunciante, quien admitió que había inventado la denuncia.

Este caso no solo puso en evidencia las fallas del sistema judicial argentino, sino que también resaltó la necesidad de una mayor diligencia en la evaluación de denuncias de este tipo.

Cuellar fue detenido en febrero de 2024 y permaneció en prisión desde entonces, a pesar de la falta de pruebas concretas en su contra. La demora en la obtención del informe psicológico, que solo se realizó en marzo de 2024, fue uno de los aspectos que generó mayor indignación en su familia.

Según declaraciones de Eliana, su hija, la pericia psicológica fue determinante para esclarecer la situación. “Un año demoró el informe, que en ese momento fue crucial para entender que mi padre no tenía nada que ver, mientras tanto, él estuvo detenido y catalogado como un monstruo”, expresó en entrevista con el medio argentino Mundo Poder.

El retraso en la entrega del informe fue criticado por la familia, que considera que la justicia actuó de manera apresurada y sin las pruebas suficientes para mantener a Cuellar en prisión.

La familia de Cuellar también denunció que las autoridades tardaron demasiado en presentar el informe psicológico, que finalmente fue elaborado en marzo de 2024 y que dejó en evidencia que no existían indicios de abuso.

La revelación de que la denuncia fue inventada por la misma denunciante provocó una gran indignación y un reclamo por justicia y reparación.

En respuesta a la situación, Cuellar decidió emprender acciones legales contra la psicóloga responsable del informe en el Distrito Judicial de Tartagal, por no haber presentado a tiempo la evidencia que demostraba su inocencia.

La historia de este profesor refleja las fallas en los procedimientos judiciales y la importancia de garantizar un proceso justo y basado en pruebas sólidas.

Este caso también reavivó el debate sobre la protección de los derechos de los acusados en casos de denuncias falsas, que en Argentina, si bien no son tan frecuentes, generan un impacto profundo en la vida de las personas involucradas.

La justicia argentina, en los últimos años, ha trabajado en reformas para mejorar la rapidez y precisión en la resolución de estos conflictos, pero aún existen desafíos en la implementación efectiva.

Por su parte, Cuellar y su familia esperan que esta experiencia sirva para prevenir futuras injusticias y fortalecer las garantías legales para quienes enfrentan acusaciones infundadas.

La liberación del profesor, tras 18 meses de prisión, es un recordatorio de la importancia de la revisión rigurosa de las denuncias y la necesidad de una justicia que actúe con celeridad y precisión para evitar daños irreparables a inocentes.