Los organizadores de los Juegos Olímpicos de París 2024 están en alerta ante una posible campaña de desinformación y ciberataques, especialmente tras incidentes recientes vinculados a Rusia.
Los organizadores de los Juegos Olímpicos de París 2024 están enfrentando un aumento de preocupaciones debido a posibles campañas de desinformación y amenazas cibernéticas que podrían amenazar el evento en las próximas semanas.
Esta alerta surge tras una serie de incidentes atribuidos a Rusia, que han levantado sospechas sobre una campaña organizada para socavar la confianza global en los Juegos.
Desde que se programaron estas olimpiadas, los funcionarios olímpicos han estado trabajando arduamente para garantizar la seguridad de los atletas y asistentes.
Con la ceremonia de apertura programada para el próximo viernes, las medidas de seguridad se han intensificado considerablemente.
Más de 18,000 militares y 35,000 policías están desplegados en París, mientras que unidades caninas están revisando rutas específicas a lo largo del emblemático Río Sena, donde se llevarán a cabo varias actividades olímpicas.
Se espera la llegada de hasta 7,000 atletas que navegarán en más de 100 embarcaciones en esta ruta, frente a aproximadamente 300,000 espectadores.
Sin embargo, la atmósfera de expectación se ve ensombrecida por un aumento reciente en las amenazas, especialmente tras el conflicto entre Israel y Hamás, lo cual ha incrementado considerablemente los peligros para las comunidades judías y los israelíes en toda Europa.
Este contexto ha llevado a especialistas en seguridad a estar en máxima alerta, preparados para enfrentar cualquier amenaza que persista en el panorama actual.
Entre las incidentes más inquietantes se encuentra la aparición de un falso documental titulado "Los Juegos Olímpicos han Caído", el cual utilizó tecnología de inteligencia artificial para suplantar la voz del famoso actor Tom Cruise.
Este film estaba diseñado como un producto de Netflix, pero su objetivo principal parece haber sido desvirtuar la popularidad de los Juegos Olímpicos y generar desconfianza en torno a la organización del evento en París.
El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, también fue víctima de una serie de llamadas fraudulentas en marzo, donde un grupo ruso pretendía representarlo ante la Comisión de la Unión Africana.
En una reciente conferencia de prensa, el portavoz del COI, Mark Adams, enfatizó que la sofisticación de las campañas de desinformación ha ido en aumento, y que esta situación no es única ni será la última a la que se enfrente el COI. "Claramente hay una campaña en marcha", señaló.
Históricamente, el deporte ha sido un escenario de tensiones políticas, y los Juegos Olímpicos no han sido la excepción.
Desde los atentados de Múnich en 1972 hasta los intentos de boicotear los Juegos de Moscú en 1980 y Los Ángeles en 1984, el evento ha sido un reflejo de los conflictos internacionales.
Las preocupaciones actuales en relación con la seguridad y la integridad del evento reflejan un legado que continúa afectando estas competiciones.
Con el inicio de los Juegos Olímpicos a la vuelta de la esquina, la pregunta que queda en el aire es cómo se gestionarán estas amenazas y qué pasos tomará el COI para mitigar el impacto de las campañas de desinformación que buscan socavar uno de los eventos deportivos más esperados del mundo.