Joe Biden, el actual presidente de Estados Unidos, enfrenta el desafío del envejecimiento mientras busca su reelección para un segundo mandato. A pesar de sus esfuerzos por presentarse como un candidato joven y dinámico, su edad cada vez se vuelve más un problema para los votantes.
En el mundo de la política, la edad de los candidatos siempre ha sido un tema polémico.
En el caso de Joe Biden, esta cuestión se ha convertido en un desafío creciente.
A diferencia de otros líderes políticos, como John Howard en Australia o Ronald Reagan en Estados Unidos, Biden no puede usar el humor o la trayectoria de su país como herramientas para contrarrestar las preocupaciones sobre su edad.
John Howard, segundo jefe de gobierno más longevo de Australia, fue confrontado por ser considerado demasiado viejo y cansado durante la campaña electoral de 2007. Incluso se rumorea que Howard se quedó dormido durante una reunión donde se discutía esta cuestión.
Sin embargo, Biden enfrenta un problema aún mayor, ya que es 13 años mayor que Howard.
Cada día que pasa, Biden bate un récord como el residente más anciano en la historia de la Casa Blanca.
A sus 80 años, está pidiendo a los votantes estadounidenses que hagan algo nunca antes realizado: elegir a un candidato presidencial que haya celebrado su octogésimo cumpleaños.
Para impulsar su candidatura, los asesores de Biden buscan el respaldo de la estrella de la música Taylor Swift, quien lo apoyó en las elecciones de 2016. Sin embargo, presentarse como un seguidor de Swift puede acentuar aún más la atención sobre su edad.
Además, Biden no es conocido por ser un gran comunicador, a diferencia de Ronald Reagan, quien enfrentó el tema de la edad con humor durante su campaña de reelección en 1984.
La realidad actual de Estados Unidos también juega en contra de Biden.
A diferencia de la euforia de los años 80, aproximadamente tres cuartos de los estadounidenses creen que el país se dirige en la dirección equivocada.
Esto complica aún más la situación para el actual presidente, quien no ha sido nunca un gran orador y ha tenido problemas de comunicación a lo largo de su carrera política.
Hace cuatro años, la edad de Biden podría haber sido una ventaja.
Al ser visto como el estadista de mayor edad en la fiesta demócrata, sus rivales más jóvenes se retiraron durante las primarias.
Además, durante la campaña general, su edad dificultó que su contrincante, Donald Trump, lo retratara como un radical peligroso.
Sin embargo, a medida que las preocupaciones sobre la edad de Biden crecen, el panorama político se vuelve más complicado.
Los votantes se preguntan si un hombre de su edad es capaz de liderar al país en un momento de grandes desafíos y cambios.
A pesar de sus logros como vicepresidente de Barack Obama, Biden ha sido considerado en ocasiones como un riesgo para la estabilidad y la seguridad del país.
En resumen, Joe Biden enfrenta el desafío del envejecimiento mientras busca su reelección.
Aunque ha intentado presentarse como un candidato joven y dinámico, sus 80 años y sus problemas de comunicación plantean dudas sobre su capacidad para liderar al país.
Con cada día que pasa, Biden se convierte en el residente más anciano en la historia de la Casa Blanca, un récord que no necesariamente lo beneficia en su búsqueda de un segundo mandato.