Un antiguo diputado y un comandante de policía se encuentran entre las más de 200 personas condenadas a un total de 2200 años de prisión en el mayor juicio contra la mafia en Italia en más de 30 años. También fueron condenados políticos, empresarios y un exmiembro de los servicios secretos italianos, lo que demuestra el profundo nivel de colusión entre la mafia 'Ndrangheta calabresa y elementos de cuello blanco de la economía y el estado.

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En Roma, un antiguo diputado y un comandante de policía se encuentran entre las más de 200 personas condenadas a un total de 2200 años de prisión en el mayor juicio contra la mafia en Italia en más de 30 años.

Además de ellos, también fueron condenados políticos, empresarios y un exmiembro de los servicios secretos italianos, evidenciando el profundo nivel de colusión entre la mafia 'Ndrangheta calabresa y elementos de cuello blanco de la economía y el estado.

Las condenas fueron leídas por un panel de tres jueces durante una hora y 40 minutos.

En el juicio, que comenzó en enero de 2021, se acusaba a más de 330 acusados de una amplia gama de delitos, desde asesinato y tráfico de armas hasta extorsión, usura, tráfico de drogas y blanqueo de dinero.

Los fiscales habían pedido penas de prisión que sumaban 4744 años.

Alrededor de 130 acusados fueron absueltos.

El juicio de larga duración ofreció una visión sin precedentes sobre el funcionamiento de la 'Ndrangheta, una palabra de origen griego que significa 'sociedad de hombres de honor'. Durante el juicio se reveló cómo los mafiosos intimidaban a rivales o víctimas de extorsión dejando cabezas de cabra, cachorros muertos y, en una ocasión, un delfín muerto en sus puertas.


También se hizo evidente que ambulancias eran utilizadas para transportar drogas, que el suministro de agua municipal se desviaba para regar campos de marihuana y que se escondían armas en cementerios.

Esta histórica sentencia demuestra que Italia está comprometida en la lucha contra la mafia y la corrupción, sancionando severamente a aquellos involucrados en delitos graves.

La justicia prevalece y envía un mensaje claro a los delincuentes y a aquellos que colaboran con ellos: no habrá impunidad.

Este es un paso importante en la búsqueda de un país más seguro y justo.