Exagentes de inteligencia israelíes cuentan cómo se llevó a cabo una operación secreta que implicó el uso de dispositivos de comunicación modificados para atacar a miembros de Hezbollah en el Líbano y Siria.
Recientemente, dos exagentes de inteligencia de Israel han compartido información reveladora sobre una operación secreta que se llevó a cabo con el objetivo de atacar a militantes de Hezbollah en Líbano y Siria.
Este plan, que se fraguó durante más de una década, utilizó dispositivos de comunicación modificados, como radios y buscadores, que contenían explosivos ocultos.
La revelación tuvo lugar en un segmento emitido por CBS en el programa 60 Minutes, donde los agentes, cuya identidad fue protegida mediante máscaras y voces distorsionadas, ofrecieron detalles escalofriantes sobre la operación.
El contexto de esta operación se remonta a hace aproximadamente diez años, cuando los agentes comenzaron a desarrollar un método para infiltrarse en las líneas de Hezbollah.
Según uno de los exagentes, que utilizó el seudónimo de 'Michael', la idea era crear un 'mundo ficticio' en el que los miembros de Hezbollah no sospecharan que estaban siendo engañados por su enemigo.
El uso de radios, que contenían explosivos ocultan, fue clave para esta estrategia, ya que Hezbollah estaba comprando estos dispositivos sin tener idea de que provenían de Israel.
La culminación de la operación llegó en septiembre de este año, cuando se activaron los dispositivos.
Tres meses atrás, Hezbollah lanzó ataques contra Israel casi de inmediato tras el inicio del conflicto entre Hamas e Israel el 7 de octubre de 2023. Este contexto de agresiones puso de relieve la urgencia de la operación encubierta.
El segundo agente reveló que la fase dos del plan, que incluía el uso de buscadores sabotados, se implementó después de que el Mossad, la agencia de inteligencia israelí, obtuvo información sobre las compras de equipos de comunicación por parte de Hezbollah a una empresa con sede en Taiwán.
Para llevar a cabo esta operación, los dispositivos tuvieron que ser modificados para albergar los explosivos, lo que implicó un proceso de pruebas exhaustivas.
Los agentes realizaron múltiples ensayos con maniquíes para determinar la cantidad exacta de explosivo que sería suficiente para impactar a un militante de Hezbollah sin causar daños a personas cercanas.
Además, se seleccionaron diversas melodías de alerta para asegurarse de que el sonido fuera urgente y convincente, lo que llevaría a los miembros de Hezbollah a sacar sus dispositivos del bolsillo en momentos críticos.
La historia de esta operación subraya la complejidad y el ingenio de las iniciativas del Mossad, que a menudo opera en la sombra para perseguir sus objetivos estratégicos en una región marcada por conflictos interminables y rivalidades.
Desde sus inicios en la década de los 50, el Mossad ha sido implicado en numerosas operaciones encubiertas a lo largo de su historia, utilizando tácticas innovadoras para adaptarse a las cambiantes dinámicas del combate y el espionaje.
Las revelaciones de este programa añaden otra capa a la rica y tumultuosa historia de Israel en su lucha contra grupos y actores hostiles en el Medio Oriente.