El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha decidido pausar la entrega de 3500 bombas a Israel como una señal poderosa de que su paciencia tiene límites, marcando un punto de inflexión en la relación entre ambos países.

En Medio Oriente, Washington: El mensaje no estaba llegando.

Ni a través de llamadas telefónicas, ni a través de emisarios, ni a través de declaraciones públicas o reuniones conjuntas de comités.

Y así, frustrado porque estaba siendo ignorado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, decidió optar por una forma más dramática de dejar claro a los líderes israelíes.

Dejó de enviar las bombas.

La decisión de Biden de pausar la entrega de 3500 bombas a Israel pretendía transmitir una señal poderosa de que su paciencia tenía límites.

Si bien insistió en que su apoyo al estado judío sigue siendo 'inquebrantable', Biden por primera vez desde que estalló la guerra entre Israel y Hamás optó por usar su poder como principal proveedor de armas de Israel para demostrar su descontento.

El cese en la entrega de las bombas representa un punto de inflexión significativo en la relación de 76 años entre Estados Unidos e Israel, históricamente una de las asociaciones de seguridad más cercanas del mundo.

Pero no necesariamente tiene que ser un punto de ruptura.

La administración de Biden todavía permite que la mayoría de otras armas se envíen a Israel, y los funcionarios enfatizaron que no se había tomado una decisión final sobre las bombas que actualmente están en un limbo.

Biden espera que la pausa selectiva inste al primer ministro Benjamin Netanyahu de Israel a renunciar a una invasión de Rafah, la ciudad del sur de la Franja de Gaza donde más de 1 millón de palestinos se han refugiado.

El presidente se ha opuesto a tal operación por temor a que los bombardeos causados por las bombas estadounidenses provoquen víctimas civiles.

También dijo que bloquearía la entrega de proyectiles de artillería que podrían ser disparados hacia los barrios urbanos de Rafah.

'Le he dejado claro a Bibi y al gabinete de guerra, no van a obtener nuestro apoyo si de hecho van a esas áreas de la población', dijo el presidente en una entrevista con Erin Burnett de CNN el miércoles, refiriéndose a Netanyahu por su apodo.

'No estamos abandonando la seguridad de Israel; estamos abandonando la capacidad de Israel para librar guerras en esas áreas'.

Reconoció de una manera que rara vez lo ha hecho que las bombas estadounidenses han matado a palestinos inocentes.

'Civiles han sido asesinados en Gaza como consecuencia de esas bombas y otras maneras en las que van tras los centros de población', dijo Biden.

Los planes israelíes de asaltar Rafah han sido motivo de intensa fricción con la administración de Biden durante meses.

Mientras los estadounidenses se oponen a tal operación, los israelíes mantienen que necesitan entrar en Rafah para terminar de destruir a Hamás, que mató a 1200 personas en su ataque terrorista del 7 de octubre en Israel.

La disputa ha llegado a un punto crítico en los últimos días, ya que Netanyahu y su gabinete de guerra parecían estar cerca de tomar la decisión de actuar contra Rafah a pesar de las objeciones de Estados Unidos.

Los funcionarios de la administración dijeron que habían comenzado a revisar armas el mes pasado que podrían ser utilizadas en la operación y que Biden había aprobado la pausa en las bombas la semana pasada.