El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no descarta una expansión militar en Gaza, mientras su gabinete analiza la situación. La comunidad internacional advierte sobre las posibles consecuencias de una operación de gran escala.

Estas declaraciones se produjeron horas antes de que el gabinete de seguridad israelí se reuniera para analizar las próximas acciones militares.
El mandatario israelí, en una conferencia de prensa improvisada tras reunirse con el embajador de India en Israel, J.P. Singh, en Jerusalén, reiteró que los objetivos principales de la ofensiva en #Gaza siguen siendo la destrucción total de Hamás y el rescate de todos los rehenes secuestrados.
Las declaraciones de Netanyahu, supuestamente, reflejan la tensión que atraviesa la región, en medio de una escalada #militar que ha generado preocupación internacional.
Supuestamente, las milicias palestinas mantienen en su poder a unos 50 rehenes, de los cuales solo una veintena estarían con vida, según información de Israel.
La situación en Gaza se ha agravado, con una población civil atrapada en medio de los enfrentamientos. Las fuerzas israelíes están considerando una expansión de la operación militar, incluso en zonas donde creen que podrían estar los rehenes, y la posible ocupación total del territorio, en un esfuerzo por debilitar a Hamás.
El canal de noticias israelí, 12, informó que las tropas ya estarían preparando un plan en varias fases. La primera fase incluiría la ocupación de Ciudad de Gaza, con el desplazamiento forzado de aproximadamente un millón de habitantes de la zona norte hacia el sur, específicamente hacia Mawasi, una región ya saturada de desplazados y en condiciones precarias.
Israel buscaría tomar control de los campamentos de refugiados en el centro de Gaza
En una segunda fase, #Israel buscaría tomar control de los campamentos de refugiados en el centro de Gaza, lugares donde, supuestamente, las incursiones militares han sido limitadas hasta ahora.
Estas áreas serían clave, ya que en ellas se cree que todavía permanecen rehenes vivos, lo que incrementa la complejidad de la operación.
La comunidad internacional ha expresado su profunda preocupación por las posibles consecuencias de una ofensiva de gran escala. La ONU advirtió que, si Israel decide avanzar con este plan, las repercusiones podrían ser catastróficas para la población gazatí, que ya sufre las devastadoras secuelas del conflicto.
Históricamente, Gaza ha sido un punto de tensión constante desde que Israel ocupó el territorio en 1967, en el contexto de la Guerra de los Seis Días.
Desde entonces, la Franja ha sido escenario de múltiples enfrentamientos y operaciones militares, y en los últimos años ha sido escenario de un bloqueo que ha afectado severamente su economía y condiciones de vida.
Supuestamente, algunos analistas internacionales consideran que una posible ocupación total podría tener implicaciones más allá de la región, afectando las relaciones diplomáticas y la estabilidad en Oriente Medio.