El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presiona por un alto al fuego en la guerra entre Israel y Hamas, mientras que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, promete continuar la ofensiva militar en Gaza hasta lograr la 'victoria total'.

La guerra entre Israel y Hamas se encuentra en una encrucijada.

Por un lado, existe la posibilidad de un acuerdo de alto al fuego a largo plazo.

Por otro lado, está la escalada de los combates a través de una invasión terrestre israelí en la ciudad sureña de Rafah.

Ambas opciones prometen poner fin a la guerra, que se ha prolongado durante cinco meses y ha costado casi 30.000 vidas, pero a través de rutas muy diferentes.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está presionando fuertemente por un alto al fuego.

Después de afirmar su apoyo a Israel tras los ataques del 7 de octubre, Biden ha perdido la paciencia con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y quiere que cambie de rumbo.

Se informa que Biden ha insultado a Netanyahu en conversaciones privadas recientes y la semana pasada criticó las tácticas militares de Israel como 'excesivas'.

Biden recibió al rey Abdalá II de Jordania el martes en la Casa Blanca para discutir cómo poner fin a la guerra y desarrollar un plan para después del conflicto.

Biden aboga por una pausa de seis semanas en los combates que permita a Hamas liberar a los rehenes israelíes restantes, permitir la entrada de más ayuda a Gaza y allanar el camino para un alto al fuego más duradero.

Los negociadores israelíes han expresado previamente su apoyo privado a dicho acuerdo, y altos funcionarios israelíes tienen previsto viajar a El Cairo en los próximos días para mantener conversaciones con funcionarios estadounidenses, cataríes y egipcios.

A pesar de que persisten diferencias, Biden dijo que los elementos clave del acuerdo están en su lugar y prometió que 'Estados Unidos hará todo lo posible para que suceda'. Al mismo tiempo, Netanyahu ha prometido seguir adelante con la ofensiva militar en Gaza hasta que su nación logre la 'victoria total'. Netanyahu ha afirmado en los últimos días que Israel podría ganar la guerra 'en cuestión de meses'.