Los rebeldes hutíes de Yemen han comunicado a China y Rusia que sus barcos pueden navegar por el Mar Rojo y el Golfo de Adén sin temor a ser atacados, según varias fuentes con conocimiento de las discusiones del grupo insurgente.

En un acuerdo alcanzado entre los diplomáticos de China y Rusia en Omán y Mohammed Abdel Salam, uno de los principales líderes políticos de los hutíes, se ha señalado un entendimiento.

A cambio, los dos países podrían brindar apoyo político a los hutíes en organismos como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, según las fuentes.

A pesar de que no está del todo claro cómo se manifestaría ese apoyo, podría incluir el bloqueo de más resoluciones en contra del grupo.

Según la información obtenida, los hutíes han comunicado a Moscú y Pekín que no atacarán a los activos de ambos países.

Estas conversaciones ponen de manifiesto la creciente preocupación de las potencias mundiales ante los ataques con misiles y drones del grupo en y alrededor del sur del Mar Rojo desde mediados de noviembre.

Los hutíes, un grupo islamista, afirman estar atacando a barcos vinculados a Israel, Estados Unidos y Reino Unido.

Sin embargo, parece que han identificado erróneamente algunas embarcaciones y es posible que Rusia y China hayan requerido mayores garantías por parte del grupo.

Este mes, los hutíes atacaron al True Confidence, un carguero de mercancías a granel, causando las primeras muertes desde que comenzaron sus ataques marítimos.

Los hutíes afirmaron que la embarcación era estadounidense.