Los líderes de Hezbollah se reunieron en un búnker con un general iraní para discutir tácticas militares y el uso de cohetes contra Israel, bajo un creciente descontento por las restricciones impuestas por Teherán.

El pasado viernes, en las afueras de Beirut, un grupo de líderes de Hezbollah se reunió en un búnker subterráneo a 20 metros de profundidad con un general iraní que es responsable de armar y dirigir su fuerza.

Según informes del Wall Street Journal, algunos comandantes de Hezbollah expresaron su descontento con las limitaciones que estaban enfrentando.

Hezbollah, que es considerado la fuerza militar no estatal más armada del mundo, cuenta con aproximadamente 150,000 cohetes y misiles, gracias a décadas de apoyo financiero y militar por parte de Irán.

Sin embargo, a pesar de su impresionante arsenal, Hezbollah no toma decisiones de forma independiente.

La organización es un apéndice de la teocracia de los ayatolás en Irán y sus líderes declaran lealtad al líder supremo, el Ayatollah Ali Khamenei.

Durante la reunión, algunos comandantes parecían estar insatisfechos por las restricciones que les habían sido impuestas por la dirección iraní.

Hezbollah, conocido como el "partido de Dios", ha estado disparando misiles hacia Israel de manera constante pero moderada durante casi un año.

Están forzando a Israel a evacuar a aproximadamente 60,000 de sus ciudadanos en áreas cercanas a la frontera.

Sin embargo, los recientes ataques de Israel han llevado a la organización a una nueva etapa de desagrado.

Según los informes, el ejército israelí utilizó dispositivos de activación que explotan al ser manipulados, causando caos y muerte dentro de las comunidades de Hezbollah.

Los líderes de Hezbollah ahora buscan apoyo para desatar una violencia más profunda dentro de Israel, y durante la reunión con el general Abbas Nilforushan, segundo al mando de las operaciones del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, intentaron presentar sus demandas.

No obstante, la discusión fue interrumpida cuando fueron convocados a una consulta más alta, llevándose consigo al general iraní.

Israel ha intentado en numerosas ocasiones eliminar al líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, a lo largo de sus tres décadas en el poder, incluyendo al menos dos intentos en los que las bombas no lograron penetrar sus búnkeres protegidos.

Sin embargo, en los últimos acontecimientos, aviones israelíes lanzaron una serie de poderosos misiles de 900 kilogramos en un intervalo cuidadosamente sincronizado, destruyendo las estructuras de cemento que albergan a Hezbollah, provocando daños significativos.

La situación en la región se complica cada vez más, con un Hezbollah que busca reivindicarse y testimoniar su poderío militar, mientras que Iran se muestra cauteloso ante la posibilidad de una escalada mayor del conflicto con Israel.

Este desarrollo subraya una vez más la complejidad de las dinámicas en el Medio Oriente y la influencia persistente de Irán en sus aliados, lo que podría tener repercusiones significativas en el futuro cercano.