Un ataque israelí en el sur de Beirut apunta al líder de Hezbollah mientras la tensión en la región aumenta.
En un incidente reciente que ha elevado las tensiones en Oriente Medio, Israel ha llevado a cabo un ataque dirigido contra Sayyed Hassan Nasrallah, líder del grupo Hezbollah.
Según información proporcionada a Estados Unidos, un sitio relacionado con Hezbollah fue el blanco de un intenso bombardeo que, según el Ministerio de Salud de Líbano, derribó entre cuatro y seis edificios en las afueras del sur de Beirut.
Las consecuencias del ataque fueron devastadoras, ya que se podían ver columnas de humo a una distancia de hasta 50 kilómetros, y el estruendo del estallido hizo temblar hogares en toda la ciudad.
A pesar de la magnitud del ataque, Hezbollah aún no ha emitido un comentario oficial sobre si su líder, Nasrallah, se encontraba en el lugar o si logró escapar ileso.
Desde el comienzo del conflicto israelí-libanés en 2006, Nasrallah ha mantenido un perfil bajo y ha evitado las apariciones públicas, eligiendo comunicarse a través de videos, lo que se atribuye a su temor por la posibilidad de un atentado.
Nasrallah, nacido en Beirut en 1960, pasó tiempo estudiando en seminarios chiitas en Irán e Irak.
Se unió a Hezbollah en los años 80, tras la invasión israelí de Líbano, y ascendió a la dirección del grupo en 1992, tras la muerte de su predecesor, Abbas Musawi, a manos de los israelíes.
Desde entonces, ha sido una figura clave en la resistencia contra Israel y ha manifestado repetidamente que cualquier intento de asesinato en suelo libanés puede provocar una fuerte respuesta.
Durante años, Hezbollah ha sido un jugador central en el complejo escenario político y militar del Líbano, y su relación con Irán ha fortalecido su posición tanto en la región como a nivel local.
En los últimos años, la situación en Líbano se ha visto agudizada por una grave crisis económica, lo que ha comenzado a generar descontento entre la población hacia las élites políticas, incluida Hezbollah.
La reacción de la comunidad internacional al ataque es la que se espera en estos momentos de alta tensión.
Observadores de la región saben que cualquier acción militar de este tipo puede desencadenar una mayor escalada de violencia.
El conflicto en Gaza también se mantiene en el foco de atención, y Nasrallah ha expresado su apoyo al pueblo palestino en numerosas ocasiones.
Las informaciones sobre el ataque se producen en un contexto de creciente violencia en la región y un resurgir de las hostilidades israelíes en la zona.
En una reciente manifestación que tuvo lugar en Irán, se pudo ver a un fiel sosteniendo un cartel en apoyo a Nasrallah con la frase 'A su servicio, Nasrallah', lo que refleja el respaldo que tiene en ciertos sectores de la comunidad chiita.
Los próximos días serán decisivos para comprender cómo reaccionarán tanto Hezbollah como el propio Nasrallah ante este ataque.
La situación no solo afecta la estabilidad de Líbano, sino que también tiene repercusiones en toda la región, en un momento histórico donde la lucha por el poder y la resistencia palestina se intensifican.