Durante un almuerzo de estado con el primer ministro australiano Anthony Albanese, la vicepresidenta de Estados Unidos Kamala Harris elogió las reformas de armas de Australia mientras Estados Unidos lidia con otro tiroteo masivo, declarando: 'No tiene que ser así'. En medio de una búsqueda de un sospechoso de tiroteo que mató al menos a 18 personas en Maine, Harris expresó indignación y frustración de que otra comunidad haya sido 'destrozada por una violencia armada sin sentido' y dijo a los estadounidenses que 'debemos seguir hablando la verdad sobre el momento en el que estamos'.
Durante un almuerzo de estado en Washington, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, elogió las reformas de armas de Australia en medio de otro trágico tiroteo en su país.
Con al menos 18 personas asesinadas en un caso de tiroteo en Maine, Harris expresó su indignación y frustración ante la violencia armada sin sentido que sigue afectando a las comunidades estadounidenses.
En su discurso, Harris instó a los estadounidenses a hablar abiertamente sobre la realidad de la situación actual.
La causa principal de muerte de los niños estadounidenses hoy en día es la violencia armada, afirmó Harris mientras se encontraba junto al primer ministro australiano, Anthony Albanese, y el Secretario de Estado, Antony Blinken.
La violencia armada ha aterrorizado y traumatizado a muchas de nuestras comunidades en este país.
Pero debemos tener claro que no tiene que ser así, como lo han demostrado nuestros amigos en Australia.
Las palabras de Harris fueron una adición de último minuto a su discurso durante la visita del primer ministro australiano a Washington.
La visita incluyó una lujosa cena de estado en la Casa Blanca la misma noche en que ocurrió el tiroteo en Maine, primero en un salón de bowling y luego en un restaurante.
El primer ministro Albanese también se reunió con el aliado de Donald Trump, Mike Johnson, el nuevo presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, para buscar apoyo para el acuerdo de submarinos AUKUS. Además, Albanese se reunió con alrededor de 60 senadores y miembros del Congreso para abordar las preocupaciones sobre el impacto del plan de adquisición de submarinos nucleares por parte de Australia en la base industrial de Estados Unidos.
Se temía que este plan pudiera dificultar el cumplimiento de los propios objetivos de construcción de submarinos de Estados Unidos.
La reunión con Johnson fue la primera que el republicano tuvo con un líder extranjero desde que asumió el cargo de presidente de la Cámara de Representantes.
La elección de Johnson puso fin a tres semanas de parálisis en el Congreso debido a las luchas internas entre los republicanos.