El presidente Donald Trump insinúa que Estados Unidos podría tomar medidas militares contra Irán, en medio de una escalada de conflictos en la región y con Teherán enfrentando múltiples desafíos internos. La incertidumbre aumenta sobre las próximas decisiones de Washington.
En una declaración realizada fuera de la Casa Blanca, Trump fue consultado sobre la posibilidad de que Estados Unidos lance una ofensiva contra Teherán, que actualmente se encuentra en medio de una semana de enfrentamientos cruzados con Israel.
El mandatario señaló que la decisión aún no está tomada, pero que podría optar por tomar medidas o no hacerlo, dejando una puerta abierta a una acción futura.
Esta declaración ha elevado las tensiones en una región ya marcada por conflictos y enfrentamientos. La situación en Oriente Medio ha sido particularmente delicada desde que #Irán y Estados Unidos han tenido una serie de incidentes y acusaciones mutuas en los últimos meses.
La postura de Trump refleja la complejidad de la política exterior estadounidense, que busca mantener la presión sobre Teherán sin cerrar la puerta a una posible intervención militar.
Trump también comentó que Irán actualmente enfrenta numerosos problemas internos y que el país busca negociar una salida a su crisis. A pesar de ello, el mandatario estadounidense afirmó que todavía no es demasiado tarde para cambiar la estrategia y que el tiempo para decidir aún no se ha agotado.
"No sé cuánto más van a durar sus dificultades, pero no podemos descartar ninguna opción", agregó.
En relación a la capacidad militar de Irán
En relación a la capacidad militar de Irán, Trump aseguró que Teherán está "totalmente indefenso" en términos de defensa aérea, y que Estados Unidos ha logrado un control absoluto del espacio aéreo en la región.
"Hemos capturado totalmente el aire, y eso nos da una ventaja estratégica significativa", afirmó.
Históricamente, las relaciones entre Estados Unidos e Irán han sido tensas desde la Revolución Islámica de 1979, que llevó al derrocamiento del Sha y la instauración del régimen actual.
Desde entonces, las sanciones económicas, los enfrentamientos militares y las tensiones diplomáticas han marcado la relación bilateral. La posibilidad de un conflicto militar siempre ha sido una preocupación en la comunidad internacional, dada la potencial escalada a un conflicto regional o incluso global.
En los últimos años, la administración de Trump impuso severas sanciones económicas a Irán, intentando frenar su programa nuclear y su influencia en Medio Oriente.
La tensión alcanzó un punto álgido en 2018, cuando Estados Unidos se retiró del acuerdo nuclear firmado en 2015 y reimposed sanciones que afectaron profundamente la economía iraní.
La actualidad muestra un escenario donde la incertidumbre y la amenaza de una posible acción militar siguen presentes. La comunidad internacional observa con preocupación cómo la escalada en Oriente Medio podría derivar en un conflicto de mayores dimensiones, que afectaría no solo a la región, sino también a la estabilidad global.
