En una operación conjunta, Estados Unidos y Reino Unido llevaron a cabo ataques aéreos contra 36 objetivos hutíes en Yemen, con el apoyo de Australia.

Estos ataques forman parte de una segunda ola de asaltos destinados a debilitar a los grupos respaldados por Irán, que han atacado de manera persistente los intereses estadounidenses e internacionales después de la guerra entre Israel y Hamás.

Los ataques más recientes contra los hutíes fueron lanzados por barcos de guerra y aviones de combate.

Estos siguen a un asalto aéreo en Irak y Siria ayer (AEDT) que tenía como objetivo a otras milicias respaldadas por Irán y a la Guardia Revolucionaria Iraní, en represalia por el ataque con drones que mató a tres soldados estadounidenses en Jordania el fin de semana pasado.

Los objetivos hutíes estaban ubicados en 13 lugares diferentes y fueron alcanzados por aviones de combate F/A-18 estadounidenses desde el portaaviones USS Dwight D. Eisenhower, y por los destructores de la Marina estadounidense USS Gravely y USS Carney, que dispararon misiles Tomahawk desde el Mar Rojo, según informaron funcionarios estadounidenses.

No estaban autorizados para discutir públicamente la operación militar y hablaron bajo condición de anonimato.

Estados Unidos advirtió que su respuesta después de las muertes de los soldados en la base Tower 22 en Jordania el domingo pasado no se limitaría a una noche, a un objetivo o a un grupo.

EE.UU. considera colocar personal armado en barcos comerciales para detener a Irán

El ejército de Estados Unidos está considerando colocar personal armado en barcos comerciales que atraviesen el Estrecho de Ormuz, en una acción sin precedentes destinada a detener a Irán de apoderarse y hostigar a los barcos civiles, informaron cinco funcionarios estadounidenses a The Associated Press el jueves.

Pero los hutíes han estado llevando a cabo ataques casi diarios con misiles o drones contra barcos comerciales y militares que transitan el Mar Rojo y el Golfo de Adén, y han dejado claro que no tienen intención de reducir su campaña.

No estaba claro de inmediato si los asaltos aliados los disuadirán.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, dijo que la acción militar, con el apoyo de Australia, Baréin, Canadá, Dinamarca, Países Bajos y Nueva Zelanda, "envía un mensaje claro a los hutíes de que seguirán sufriendo más consecuencias si no ponen fin a sus ataques ilegales contra los buques mercantes y navíos navales internacionales".

Añadió: "No dudaremos en defender vidas y el flujo libre del comercio en una de las vías navegables más críticas del mundo".

El primer ministro Anthony Albanese dijo que Australia apoyaba los ataques de Estados Unidos.

"Estos son proporcionados.

Son represalias por las acciones de las organizaciones respaldadas por Irán, y no representan una escalada", dijo Albanese.

"Creemos que Estados Unidos tiene razón.

Es importante que, dado los ataques ocurridos por grupos respaldados por Irán, haya una respuesta.

Y la ha habido."