Una mujer en Argentina recibió por error una transferencia bancaria millonaria y, sin saber su origen, usó gran parte del dinero, lo que le valió ser acusada de estafa y enfrentarse a un proceso legal que involucra a varias personas.

Lo que comenzó como una simple espera por la actualización de la pensión alimenticia en Argentina, terminó en una compleja causa judicial que involucra a seis personas y una acusación formal por estafa.
Verónica Acosta, una madre residente en Villa Mercedes, recibió en su cuenta bancaria una transferencia errónea por la asombrosa suma de 510 millones de pesos argentinos, equivalentes a aproximadamente 414 millones de euros, debido a un fallo administrativo del gobierno provincial.
El incidente ocurrió el martes 6 de mayo, cuando la transferencia fue realizada por error y, al no conocer inicialmente el origen ni la magnitud del monto, Acosta decidió utilizar parte de los fondos para cubrir sus necesidades básicas, comprar electrodomésticos, materiales de construcción, alimentos e incluso adquirir un automóvil.
A medida que la mujer gastaba el dinero, las autoridades comenzaron a sospechar y a investigar la operación.
El banco, en coordinación con las autoridades, logró recuperar la mayor parte del dinero, dejando en la cuenta de Acosta alrededor de 44 millones de pesos argentinos, unos 36 millones de euros.
Sin embargo, la mujer realizó 66 transferencias a familiares, en su mayoría por 500 mil pesos cada una, además de comprar diversos artículos, como dos televisores, una heladera, una freidora, un microondas, cerámicos y una mochila de inodoro.
También adquirió un Ford Ka modelo 2014, con el dinero restante.
En declaraciones a la radio local FM Latina, Acosta afirmó: “Me encontré con este dinero y, con tanta necesidad, decidí hacer compras y ayudar a mi familia con las transferencias”.
Inicialmente, pensó que el monto en su cuenta era de aproximadamente 500 mil pesos, pero luego comprendió que la cifra era mucho mayor: más de 510 millones de pesos argentinos.
La rápida detección de las operaciones por parte de las autoridades llevó a que, al día siguiente, congelaran su cuenta y presentaran una denuncia penal por estafas, defraudación con tarjetas y retención indebida.
La situación escaló y, el viernes 9 de mayo, Acosta y los cinco familiares que recibieron dinero fueron detenidos y posteriormente liberados bajo fianza, que cada uno deberá pagar en un plazo de tres días hábiles, de no ser así, podrían enfrentar una nueva detención.
El abogado de Acosta, Hernán Echeverría, expresó que han apelado tanto la imputación como la suma de la fianza, argumentando que no existe prueba suficiente para calificar los hechos como estafa.
La historia de Verónica Acosta también refleja la difícil situación económica que enfrentan muchas familias en Argentina, donde la pensión alimenticia que recibe no alcanza a cubrir todos los gastos básicos.
La expectativa de una transferencia de la pensión, que en su caso era muy limitada, se vio empañada por un error que la llevó a ser protagonista de una compleja investigación judicial.
Este caso recuerda episodios similares en la historia argentina, donde errores administrativos en instituciones públicas han provocado movimientos inusuales en las cuentas de los usuarios.
Además, pone de manifiesto la importancia de la regulación en los sistemas de pago y la necesidad de mecanismos de control más eficientes para evitar que errores de esta magnitud puedan afectar a personas inocentes y derivar en procesos penales.
En definitiva, lo ocurrido con Verónica Acosta no solo revela los riesgos de confiar ciegamente en las transferencias electrónicas, sino que también invita a reflexionar sobre las políticas públicas y la protección legal en casos de errores administrativos que, en ocasiones, pueden arruinar vidas por una simple confusión o fallo del sistema.