El Fondo Monetario Internacional advierte un incremento en las probabilidades de una recesión en Estados Unidos debido a la escalada en la guerra arancelaria y su impacto global.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha alertado este martes sobre un notable incremento en el riesgo de que la economía de Estados Unidos entre en recesión, pasando del 25% estimado en octubre pasado al 40% en la actualidad.
Esta subida en las probabilidades se atribuye en gran medida a la escalada de tensiones comerciales generada por la administración del presidente Donald Trump, quien desde 2018 ha impuesto aranceles a múltiples socios comerciales.
En su último informe de Perspectivas Económicas Globales, el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, señaló que, aunque no anticipan una recesión inminente, la probabilidad de que ocurra ha aumentado de manera significativa.
La economía estadounidense, según el organismo, aún mantiene una posición de fortaleza, con un crecimiento estimado del 1,8% para este año, lo que representa una reducción de un punto porcentual respecto a la previsión anterior y nueve décimas menos que la proyección para 2025 realizada en enero.
Gourinchas explicó que la economía de EE.UU. no está en recesión en este momento porque cuenta con fundamentos sólidos, pero advirtió que tanto el consumo como la confianza de los consumidores han mostrado signos de desaceleración, lo cual podría afectar futuras dinámicas económicas.
La incertidumbre generada por las disputas comerciales internacionales ha generado un entorno de mayor volatilidad, preocupando a economistas y mercados por igual.
El informe del FMI es el primero en incluir el impacto potencial de los aranceles impuestos por la administración Trump a sus socios comerciales. La organización dejó claro que todos los países han sufrido efectos negativos, pero algunos más que otros. En concreto, el Fondo recortó en medio punto porcentual su previsión de crecimiento mundial, que ahora se sitúa en el 2,8% para este año. Para China, la segunda economía mundial, la proyección se redujo en seis décimas, hasta el 4%, reflejando el impacto de la guerra comercial en su crecimiento.
México, una de las economías más afectadas por las medidas proteccionistas, ahora se enfrenta a una posible recesión, con una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) del 0,3%, en comparación con el crecimiento del 1,4% que se esperaba hace apenas tres meses.
La incertidumbre y las guerras arancelarias han generado una sensación de inestabilidad en los mercados latinoamericanos, que dependen en gran medida del comercio con EE.UU.
El FMI destacó que la recuperación económica global podría acelerarse si las naciones flexibilizan sus políticas comerciales y trabajan en la creación de un entorno de comercio más estable y predecible.
La organización subrayó que el futuro de la economía mundial depende en gran medida de la voluntad de los países para reducir las tensiones y promover acuerdos que fomenten el crecimiento conjunto.
Históricamente, las guerras comerciales han tenido efectos devastadores en las economías nacionales. La Gran Recesión de 2008, por ejemplo, fue en parte causada por una crisis financiera global que se vio agravada por políticas proteccionistas y restricciones comerciales.
La lección que deja la historia es clara: la cooperación internacional y la estabilidad en las relaciones comerciales son fundamentales para evitar crisis económicas de gran escala en el futuro.