El ex presidente Donald Trump ha derrotado nuevamente a Nikki Haley, su ex embajadora en las Naciones Unidas, y esta vez en su estado natal de Carolina del Sur, donde sirvió dos mandatos como gobernadora. ¿Ha tocado techo Trump?

El ex presidente Donald Trump ha vuelto a aplastar a Nikki Haley, su ex embajadora ante las Naciones Unidas, y esta vez en su estado natal de Carolina del Sur, donde sirvió dos mandatos como gobernadora.

Fue una derrota especialmente humillante.

Trump, el triunfante, parece estar en un camino imparable hacia su coronación por tercera vez consecutiva como el candidato presidencial republicano.

Trump ha eliminado a una docena de contendientes de la carrera, purgado al Partido Republicano de su liderazgo e instalado a sus propios generales (incluida su nuera Laura Trump) con un control férreo sobre el partido y su financiamiento.

Trump ha jugado al nuevo presidente de la Cámara de Representantes republicana, Mike Johnson, haciéndole su títere al dirigirse a Johnson para que no lleve el proyecto de ayuda a Ucrania y leyes migratorias más estrictas al pleno para su votación, y ha utilizado a sus aliados para decirle a Johnson: si mencionas a Ucrania, te destituiremos.

Trump se ve más fuerte y el presidente Joe Biden más débil que en cualquier momento durante el mandato de Biden.

Trump tiene un índice de favorabilidad más alto (43,7 por ciento) que Biden (39,6 por ciento) y números desfavorables más bajos (Trump 51,9 por ciento, Biden 55,6 por ciento). El Partido Republicano está firmemente unido detrás de Trump.

Pero Biden no puede escapar de sus 81 años, con la especulación mediática desenfrenada de que Biden debería ceder su lugar a otro líder dinámico para llevar al partido hacia la victoria en noviembre.

La angustia es prevalente, pero Biden no abandona el campo.

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