El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado que no defenderá a los países europeos considerados morosos en caso de un ataque ruso. Esta postura podría tener consecuencias impredecibles para el orden internacional si Trump gana las elecciones nuevamente.

En el mundo de la política internacional, el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a sorprender con sus declaraciones.

Durante un mitin en Carolina del Sur, Trump afirmó que no solo no defendería a los países europeos que considera estar en deuda con la OTAN de un ataque ruso, sino que incluso "animaría" a Rusia a "hacer lo que le dé la gana" contra ellos.

Estas declaraciones han generado preocupación tanto dentro como fuera de Estados Unidos.

No es la primera vez que Trump muestra su incredulidad frente al concepto fundamental de la alianza atlántica, que establece que si un país miembro es atacado, todos los demás acudirán en su defensa.

Durante su presidencia, Trump llevó a cabo una campaña constante para presionar a los miembros de la OTAN a gastar más en sus propias fuerzas militares, amenazando con no cumplir con sus obligaciones de asistencia en caso de no hacerlo.

Sin embargo, lo que diferencia estas declaraciones es que Trump sugiere que Estados Unidos no solo no acudiría en ayuda de sus aliados, sino que incluso incitaría a Rusia a atacarlos.

Esta postura no solo es alarmante, sino que pone en riesgo las alianzas internacionales construidas durante décadas.

La falta de compromiso de Estados Unidos con sus aliados podría tener consecuencias negativas a nivel global.

La seguridad que brinda la alianza atlántica ha sido un pilar fundamental en la estabilidad de Europa, Asia, América Latina y Oriente Medio desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Si Estados Unidos deja de cumplir con su papel de protección, se abriría un vacío que otros países, como Rusia y China, podrían aprovechar.

Douglas Lute, un general retirado que fue embajador de Estados Unidos ante la OTAN, afirmó que "Rusia y China no tienen comparación con los aliados de Estados Unidos, y estos aliados dependen del compromiso estadounidense". Poner en duda este compromiso supondría sacrificar la mayor ventaja de Estados Unidos sobre Rusia y China.

En resumen, la postura de Trump de no defender a los aliados en caso de un ataque ruso podría tener consecuencias impredecibles para el orden internacional.

No solo pone en riesgo las alianzas construidas durante décadas, sino que también fortalece la posición de países como Rusia y China.

Si Trump gana las elecciones nuevamente, el mundo podría enfrentar cambios significativos en el equilibrio de poder y la estabilidad global.