Un ataque israelí en Trípoli marca una escalada en la tensión entre Israel y los grupos militantes de Líbano, con más de mil muertos desde el inicio de las hostilidades.
En las primeras horas del sábado, un ataque aéreo israelí impactó por primera vez en la ciudad de Trípoli, en el norte de Líbano, según informaron fuentes de seguridad libanesa.
Este ataque se produce en un contexto de continuos bombardeos en los suburbios de Beirut y de incursiones terrestres por parte de las tropas israelíes en el sur del país.
El bombardeo en Trípoli resultó en la muerte de un funcionario de Hamas, su esposa y sus dos hijos, lo que eleva aún más la tensión en la región.
Medios afines a Hamas informaron que también falleció un líder del ala armada del grupo.
Esta gravedad en las ofensivas israelíes, que han cobrado miles de vidas en las últimas semanas, subraya la furia del conflicto en curso.
Además, se reportó que el potencial sucesor del líder de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, ha estado fuera de contacto desde el ataque israelí que se cree iba dirigido a él.
Hasta el momento, Hezbollah no ha emitido comentarios sobre Hashem Safieddine tras el ataque.
La campaña de ataques aéreos de Israel ha continuado de manera intensa, cortando el principal punto de cruce entre Líbano y Siria, lo que ha dejado a decenas de miles de personas atrapadas en medio del bombardeo.
Esta situación ha forzado a aproximadamente 1.2 millones de libaneses a dejar sus hogares y ha resultado en más de 1400 muertes, tanto de combatientes de Hezbollah como de civiles, desde que se intensificaron los ataques a finales de septiembre.
En los suburbios del sur de Beirut, las explosiones han dejado grandes columnas de humo que se elevan al cielo nocturno, causando que edificios, incluso a kilómetros de distancia, temblaran.
Los habitantes de Dahiyeh, un vecindario que ha soportado el peso de los bombardeos, se vieron obligados a buscar refugio entre escombros, mientras que al menos un edificio fue completamente destruido y los vehículos quedaron quemados.
La respuesta de Israel ha sido contundente, afirmando haber eliminado a 100 combatientes de Hezbollah en las últimas 24 horas.
Las fuerzas israelíes han dirigido sus ataques a lo que consideran centros neurálgicos de inteligencia del grupo militante, aunque los detalles sobre las bajas en el lado de Hezbollah aún no han sido confirmados.
A medida que el conflicto se expande, la situación en el Medio Oriente se vuelve cada vez más volátil.
El día viernes, el ejército estadounidense llevó a cabo 15 ataques contra objetivos relacionados con los combatientes hutíes alineados con Irán en Yemen, marcando así una implicación más amplia de poderes externos en la crisis.
Este ciclo de violencia no es nuevo en la región.
Las tensiones entre Israel y Líbano han existido desde la creación del estado israelí en 1948 y han sido marcadas por guerras y enfrentamientos esporádicos.
Sin embargo, la escalada de hostilidades en los últimos días tiene el potencial de desbordar aún más, comprometido por el sufrimiento de millones de civiles atrapados en este violento cruce de caminos.