El reciente conflicto entre Israel y la Franja de Gaza ha generado miles de muertos y ha despertado temores de una posible guerra regional. Los bombardeos israelíes han reducido barrios palestinos a escombros y los médicos deben tratar a niños gritando sin anestesia. Aunque en la violenta estrategia de los líderes de Hamas, la masacre no es el lamentable resultado de un gran error de cálculo, sino el necesario costo de un gran logro, el cual pretende romper el statu quo y abrir un nuevo y más volátil capítulo en su lucha contra Israel.

'Hemos logrado poner la cuestión palestina de nuevo sobre la mesa y ahora nadie en la región está experimentando la calma'.
Desde el ataque de Hamas el 7 de octubre, en el cual #Israel afirma que murieron cerca de 1400 personas -la mayoría civiles- y más de 240 personas fueron llevadas de regreso a Gaza como prisioneras, los líderes del grupo han elogiado la operación, con la esperanza de que desencadene un #conflicto sostenido que ponga fin a cualquier pretensión de coexistencia entre Israel, Gaza y los países vecinos.
'Tengo la esperanza de que el estado de guerra con Israel se vuelva permanente en todas las fronteras y de que el mundo árabe esté de nuestro lado', expresó Taher Nounou, asesor de medios de Hamas, según el Times.
Israelíes y occidentales que rastrean al grupo
Durante semanas de entrevistas, los líderes de Hamas, junto con funcionarios árabes, israelíes y occidentales que rastrean al grupo, afirmaron que el ataque fue planeado y ejecutado por un grupo cerrado de comandantes en Gaza que no compartieron los detalles con sus propios representantes políticos en el extranjero ni con sus aliados regionales como Hezbollah.
El ataque fue más amplio y mortal de lo que incluso sus planeadores habían anticipado, dijeron, en gran parte porque los asaltantes lograron romper las venerables defensas de Israel con facilidad, lo que les permitió tomar bases militares y áreas residenciales con poca resistencia.
Según funcionarios, Hamas mató y capturó más soldados y civiles de lo que esperaba.
El asalto cumplió uno de los principales objetivos de los conspiradores: rompió una tensión interna dentro de Hamas sobre la identidad y el propósito del grupo.