Un grupo de científicos de la Universidad de Stanford ha desarrollado una técnica innovadora para observar el interior de los ratones utilizando tartrazina, un colorante alimentario encontrado en productos como los Doritos.

Un equipo de científicos en la Universidad de Stanford ha realizado un descubrimiento asombroso que permite visualizar el interior de los ratones gracias a la aplicación de tartrazina, un colorante amarillo ampliamente utilizado en alimentos.

Esta técnica, que podría parecer sacada de una novela de ciencia ficción, implica frotar una solución que contiene este colorante sobre varias partes del cuerpo de los roedores, como su abdomen, cuero cabelludo y patas traseras.

Tan solo cinco minutos después, la piel opaca de los ratones se tornaba momentáneamente en una especie de ventana viva, revelando una compleja red de vasos sanguíneos, fibras musculares y movimiento intestinal.

La tartrazina, conocida también como amarillo N° 5, es un aditivo que se encuentra en numerosos productos alimenticios y que ha sido objeto de debate por sus posibles efectos en la salud.

Sin embargo, en este contexto, su capacidad para hacer que tejidos y órganos se vuelvan transparentes puede abrir un abanico de posibilidades para la investigación biológica.

Según Adam Wax, un especialista en biofotónica en la Fundación Nacional de Ciencia, el resultado obtenido por los investigadores es verdaderamente sorprendente.

La novedad de este método podría ser particularmente útil en el campo de la biología, permitiendo a los científicos observar actividades del cerebro de los ratones, incluyendo áreas profundas que anteriormente eran difíciles de acceder sin cirugía.

Guosong Hong, uno de los líderes del estudio, sugiere que esta técnica podría facilitar el diagnóstico de tumores situados en lugares complicados, ayudar en la localización de venas para extracciones de sangre e incluso mejorar la precisión en procedimientos estéticos como la eliminación de tatuajes.

De acuerdo a los informes, la tartrazina no solo tiene la capacidad de hacer a los ratones transparentes, sino que también puede aplicarse en otros tipos de muestras, como tejidos de pechuga de pollo.

Esto demuestra su versatilidad y su potencial para ser utilizada en una variedad de contextos de investigación.

A pesar de los avances, algunos investigadores advierten que el uso de este método no equivale a crear una capa de invisibilidad, como en las historias de Harry Potter.

El investigador Christopher Rowlands, quien no participó en el estudio, ha expresado su interés en probar esta técnica en su propio laboratorio, subrayando la importancia de este avance científico.

La investigación sobre la tartrazina y sus usos se presenta en un momento crucial, donde la ciencia continúa buscando maneras innovadoras para observar y entender mejor el cuerpo humano y animal.

Esta técnica promete no solo revolucionar la investigación biomédica, sino también tener aplicaciones prácticas en la medicina moderna, y es un ejemplo más de cómo los descubrimientos en el laboratorio pueden llevar a soluciones que mejoren la salud y el bienestar general de la humanidad.