Tras su liberación, una joven que fue arrestada por protestar agradece a los líderes camboyanos y reconoce su culpa, en un contexto de cambios políticos en el país.
En Camboya, una joven que recientemente fue liberada tras estar encarcelada por participar en protestas contra el partido político en el poder, ha grabado un video en el que expresa su agradecimiento hacia los líderes del país.
En su declaración, la adolescente, que fue arrestada a los 18 años, se muestra arrepentida y asegura que ya no siente resentimiento.
En el mensaje, la joven reconoce la figura de Hun Sen, el primer ministro que ha dominado la política camboyana desde 1985, describiéndolo como un 'símbolo del país'. Al mencionar a su hijo, Hun Manet, lo califica de 'pilar, líder y sombra de paz'. Estas palabras se produjeron en un momento en que Camboya enfrenta críticas por su falta de democracia y el control autoritario del Partido del Pueblo Camboyano (CPP).
El contexto de estas afirmaciones es el trasfondo de una política camboyana marcada por la represión.
La joven fue arrestada en agosto del pasado año tras participar en manifestaciones en contra de las políticas del CPP, pero su liberación estuvo condicionada al reconocimiento de su culpabilidad.
En el video, su confesión se combina con imágenes del liderazgo político en Camboya, indicando un claro intento de legitimar el poder de Hun Sen y su familia.
Hun Sen, una figura controvertida que fue miembro del régimen del Khmer Rouge, ha mantenido su influencia a lo largo de más de tres décadas a través de un sistema político que muchos consideran una fachada de democracia.
Durante su mandato, que comenzó oficialmente en 1985, se ha presentado como el salvador del país, sosteniendo que su gobierno es necesario para mantener la estabilidad en una nación todavía marcada por las secuelas de décadas de guerra civiles y genocidio.
El año pasado, Camboya vivió un cambio político significativo cuando Hun Sen decidió ceder el cargo de primer ministro a su hijo, Hun Manet, tras unas elecciones que resultaron en una abrumadora victoria para el CPP, logrando 120 de los 125 escaños disponibles en la Cámara Baja.
Muchos, tanto dentro como fuera del país, tenían la esperanza de que Hun Manet, quien tiene una formación militar en la Academia Militar de West Point y un doctorado en economía por la Universidad de Bristol, pudiera guiar a Camboya hacia un sistema democrático más genuino.
Sin embargo, el gobierno actual y su enfoque hacia la oposición generan dudas.
La liberación de la joven y su declaración de agradecimiento parecen ser ejemplos de una política de control y represión, donde la lealtad se premia, y la disidencia se castiga.
Según informes, el CPP no solo ejerce poder dentro de Camboya, sino que incluso extiende su influencia a otros países, como Australia, donde opositores del régimen han sido amenazados.
La visión de Hun Sen como garante de la paz en Camboya, a pesar de los cuestionamientos sobre su estilo de gobierno, continúa siendo un tema de debate.
Su legado y el futuro político de su hijo, Hun Manet, son cuestiones que seguirán moldeando la dirección del país y el bienestar de su población de 18 millones de habitantes.