En un encuentro celebrado en Italia, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el líder ucraniano Volodymyr Zelensky firmaron un acuerdo de seguridad de 10 años que fue calificado como un hito en las relaciones entre ambos países.

Sin embargo, la firma del acuerdo no fue suficiente para detener las dudas de Zelensky sobre cuánto tiempo más podrá contar con el respaldo de América ante la invasión rusa.

Zelensky también declaró que su país necesitaba de manera urgente sistemas adicionales de defensa aérea para proteger a los ucranianos y la infraestructura de la nación de los continuos bombardeos por parte de Rusia.

Los líderes rubricaron el acuerdo durante la cumbre anual del G7 celebrada en Italia, donde Biden mencionó que el objetivo era "fortalecer las capacidades de defensa y disuasión de Ucrania".

Biden aseguró que Ucrania contaría con lo necesario para su defensa, tratando de tranquilizar a Zelensky.

Este último planteó la pregunta sobre cuánto tiempo se mantendría la unidad en el mundo.

La unidad en Estados Unidos, junto con los líderes europeos, y cómo sería influenciada por el resultado de las elecciones de este año en muchos de esos países.

La elección en noviembre en Estados Unidos podría significar el regreso del republicano Donald Trump a la presidencia.

Trump ha sido escéptico en cuanto a proveer ayuda militar adicional a Ucrania, llegando a criticar el "flujo interminable de tesoros americanos". Sin embargo, recientemente se ha mostrado dispuesto a prestar dinero en su lugar y ha expresado que la independencia de Ucrania es importante para Estados Unidos.

Biden mencionó que Estados Unidos ha recibido compromisos de cinco países, a los que no nombró, para proveer misiles Patriot y otros sistemas de defensa aérea a Kyiv.

Informó que los países que esperaban recibir dichas armas de Estados Unidos tendrán que esperar, ya que "todo lo que tenemos irá a Ucrania hasta que se satisfagan sus necesidades".

La cumbre comenzó con otro acuerdo, alcanzado en una propuesta estadounidense para respaldar un préstamo de 50 mil millones de dólares a Ucrania utilizando activos rusos congelados como garantía, brindando a Kyiv un sólido respaldo incluso cuando el tablero político europeo se desplaza hacia la derecha.

Biden mencionó que se utilizarían las ganancias extraordinarias sobre unos 280 mil millones de dólares en activos rusos congelados en Europa para trabajar en favor de Ucrania.