La evacuación y supervivencia de todos los pasajeros y tripulación a bordo del vuelo 516 de Japan Airlines ha sido aclamada como un evento milagroso en la historia de la aviación. Sin embargo, esta no fue una casualidad, sino más bien una prueba de una preparación exhaustiva, la implementación estricta de los procedimientos de seguridad, el profesionalismo inquebrantable y la cooperación de los pasajeros, sin importar cuán aterrados pudieran haber estado.

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La notable evacuación y supervivencia de los 379 pasajeros y la tripulación a bordo del vuelo 516 de Japan Airlines ha sido aclamada como un evento milagroso en la historia de la aviación.

Pero esto no fue un milagro, y eso es algo bueno.

Si alguna vez viajas en avión, esto fue mucho mejor que la pura suerte.

Fue, más bien, un testimonio de una preparación exhaustiva, la implementación estricta de los procedimientos de seguridad, el profesionalismo inquebrantable y la colaboración de los pasajeros, sin importar cuán aterrados pudieran haber estado.

Cuando el Airbus 350-900 chocó con una aeronave de la Guardia Costera de Japón en el aeropuerto de Haneda de Tokio la noche del martes, cinco personas murieron trágicamente en el avión más pequeño, pero la rápida evacuación de tanta gente, incluidos 12 australianos, del vuelo comercial lleno de humo y envuelto en llamas fue un ejemplo práctico de cómo sobrevivir a una evacuación.

A lo largo de la historia de la aviación moderna, se han registrado evacuaciones de emergencia exitosas de vuelos comerciales, como el JAL516. En julio de 1996, el vuelo 1288 de Delta Air Lines enfrentó una falla en el motor y un incendio posterior en el aeropuerto regional de Pensacola.

El impacto mató a una pasajera y a su hijo, mientras que otros siete pasajeros resultaron heridos.

La tripulación evacuó efectivamente a los otros 131 pasajeros, aunque tres de ellos sufrieron lesiones menores durante la evacuación.

En agosto de 2005, el vuelo 358 de Air France, afectado por una tormenta severa, se salió de una pista en el Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto y se incendió. Todos escaparon antes de que el avión quedara completamente envuelto en llamas.


Alrededor de 12 pasajeros resultaron heridos durante esta evacuación.

Similar a la evacuación de Japan Airlines, los medios de comunicación también la llamaron un "milagro", ya que todos los 297 pasajeros y tripulantes sobrevivieron.

Si bien cada evacuación de aeronaves es única, las evacuaciones de JAL516 y del vuelo 358 de Air France comparten elementos comunes.

En ambos casos, algunas salidas estaban inutilizables debido al fuego o porque estaban bloqueadas por llamas que envolvían parte del exterior del avión.

Y en ambos casos, la tripulación tuvo que identificar rápidamente qué puertas eran seguras para abrir evaluando las ubicaciones del fuego fuera de la aeronave.

No todas las evacuaciones de aeronaves han sido exitosas.

La tragedia del vuelo 797 de Air Canada en 1983 es un ejemplo conmovedor.

A medida que el humo llenaba rápidamente la aeronave, los pilotos realizaron un aterrizaje de emergencia en Ohio.

A pesar de los esfuerzos inmediatos de lucha contra incendios, un incendio repentino envolvió el interior del avión entre 60 y 90 segundos después de abrirse las salidas.

Esto resultó en la pérdida de 23 vidas, y marcó un punto de inflexión en las regulaciones globales de seguridad de la aviación.

En respuesta, se implementaron cambios significativos para mejorar la seguridad de las aeronaves, incluida la instalación obligatoria de detectores de humo en los lavabos, la adición de luces de franja para marcar los caminos hacia las puertas de salida y el fortalecimiento de la formación y el equipo de lucha contra incendios para las tripulaciones de vuelo.

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