La FIFA aún no ha establecido protocolos claros frente a las problemáticas ocasionadas por la quema de incendios forestales en relación con la calidad del aire durante el Mundial 2026, que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México.

Mientras algunos países y organizaciones deportivas ya han establecido umbrales claros para la calidad del aire y protocolos de contingencia ante episodios de humo tóxico, la federación internacional mantiene un perfil bajo en cuanto a sus directrices.
La próxima edición del torneo, que reunirá a 48 selecciones nacionales en Estados Unidos, Canadá y México, se disputará del 8 de junio al 21 de julio de 2026, distribuyendo los partidos en diferentes sedes, incluyendo ciudades con antecedentes de problemas de contaminación por incendios.
Recientemente, en ciudades como Toronto y Vancouver, en Canadá, clubes y organismos públicos han restringido la realización de eventos deportivos cuando el Índice de Calidad del Aire (ICA) supera ciertos niveles.
Por ejemplo, en Canadá, las autoridades consideran que cuando el índice supera los 7 en la escala AQHI (Air Quality Health Index), se recomienda posponer las actividades al aire libre.
En Toronto, en un día en que la calidad del aire fue considerada “muy mala”, las autoridades de salud activaron recomendaciones de protección y amenazaron con cancelar eventos masivos.
El caso más reciente fue el aplazamiento de un partido de la Liga Canadiense de Fútbol (CFL) en Regina, debido a que el índice alcanzó valores superiores a 10, en un contexto en el que los incendios forestales, principalmente en el norte de Saskatchewan, han aumentado en intensidad y frecuencia en los últimos años.
Estos eventos han provocado que Canadá experimentara la temporada de incendios forestales más destructiva en 2023, con más de 15 millones de hectáreas quemadas en todo el país, según datos del Ministerio de Recursos Naturales.
Expertos en salud pública advierten que la exposición a humo de incendios, especialmente en niveles altos, puede tener efectos dañinos en la población, particularmente en grupos vulnerables como niños, ancianos y mujeres embarazadas.
Ha señalado que la ciudad está revisando continuamente las evidencias disponibles y estableciendo medidas para proteger a residentes y visitantes durante los eventos deportivos
El Dr. Howard Shapiro, responsable de salud en Toronto, ha señalado que la ciudad está revisando continuamente las evidencias disponibles y estableciendo medidas para proteger a residentes y visitantes durante los eventos deportivos.
En ese contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que niveles elevados de partículas en suspensión en el aire, como las que se generan en incendios forestales, pueden causar problemas respiratorios, cardiovasculares y afectar el rendimiento deportivo.
Sin embargo, aún no existe un consenso universal acerca de qué niveles específicos de calidad del aire justifican la cancelación o suspensión de partidos en eventos internacionales.
Diferentes expertos han señalado que la decisión de suspender o posponer partidos debe considerarse en un contexto específico, teniendo en cuenta variables como la duración de la exposición, la vulnerabilidad de los atletas y público asistente, y las condiciones meteorológicas.
El profesor Christopher Carlsten, de la Universidad de British Columbia, explicó que los límites establecidos para eventos pueden variar dependiendo de estas circunstancias y que no existen pautas rígidas para todos los casos.
Por su parte, David Evans, ingeniero químico de la Universidad de Toronto, expresó que la decisión de asistir a eventos en días con mala calidad del aire debe ser individual, aunque subrayó que los organizadores y las autoridades deberían ofrecer orientaciones claras para quienes puedan estar en riesgo.
La problemática se torna aún más compleja debido al impacto que el cambio climático tiene en la frecuencia y gravedad de los incendios forestales, lo que sugiere que estas condiciones de contaminación serán más comunes en los próximos años.
En resumen, mientras la FIFA aún no ha proporcionado directrices claras respecto a cómo proceder ante niveles críticos de contaminación, las ciudades sedes y las ligas deportivas están tomando medidas preventivas.