El Consejero de Seguridad de Euskadi, Bingen Zupiria, explicó en una entrevista los principales objetivos y planes de la nueva estrategia vasca de seguridad para el año 2030, destacando avances en protección ciudadana y cooperación internacional.
En esa entrevista, Zupiria dio detalles sobre la planificación estratégica que el ejecutivo vasco pretende implementar de cara al año 2030, con el objetivo de fortalecer la seguridad y protección de los ciudadanos en Euskadi.
La estrategia Vasca 2030 para la promoción de la seguridad ha sido concebida como un plan integral que busca adaptar las políticas tradicionales a los desafíos actuales, incluyendo el incremento de la cooperación internacional, la prevención del crimen organizado y la mejora de la protección en espacios públicos.
Según el consejero, la iniciativa contempla una inversión en recursos y formación que supera los 30 millones de euros, aproximadamente 32.000 euros, en moneda local, destinados a la capacitación policial, tecnología de vigilancia avanzada y programas comunitarios para fomentar la participación ciudadana.
Este plan estratégico forma parte de un proceso que se inició en años anteriores, en respuesta a la creciente complejidad de las amenazas a nivel global.
Euskadi ha tenido una historia significativa en la lucha contra la violencia y el terrorismo, particularmente durante los años en que ETA estuvo activa, cuando las políticas de seguridad adquirieron un carácter prioritario.
Desde entonces, el País Vasco ha mostrado avances sustanciales en la estabilización social y la modernización de sus fuerzas de seguridad.
El programa de Zupiria también hizo alusión a la importancia de la cooperación con otros organismos internacionales, especialmente en la lucha contra el crimen organizado, el tráfico de drogas y el cibercrimen.
El plan, que se desplegará en fases durante la próxima década, contempla también medidas para incrementar la seguridad en los eventos públicos, la protección a infraestructuras críticas y la prevención de delitos relacionados con la migración y la delincuencia juvenil.
Cabe destacar que la inversión prevista en la estrategia es parte de una política más amplia de modernización de las instituciones públicas en Euskadi, que busca no solo responder a las amenazas actuales, sino también anticiparse a futuras dificultades mediante la innovación tecnológica y la formación continua del personal policial.
La estrategia 2030 también contempla la creación de un fondo especial de emergencia
La estrategia 2030 también contempla la creación de un fondo especial de emergencia, en torno a los 100 millones de euros, unos 107.000 euros aproximadamente, que se utilizará en caso de calamidades naturales o amenazas sanitarias, como la pandemia que aún afecta al mundo.
Históricamente, Euskadi ha sido una de las comunidades autónomas españolas que más ha invertido en seguridad, debido en parte a su pasado conflictivo, pero también a su compromiso con el desarrollo y la estabilidad social.
