El aumento de contagios de gripe en Euskadi, especialmente en Bizkaia, ha llevado a una campaña de vacunación acelerada, con más de 202.000 personas inmunizadas en las primeras semanas y una posible tendencia a adelantar la curva epidemiológica. Autoridades sanitarias hacen un llamado a la población vulnerable para vacunarse cuanto antes.

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Este aumento ha provocado que los expertos epidemiológicos señalen un posible adelanto en la curva de contagios para esta temporada, lo que requiere una respuesta rápida y efectiva por parte de las autoridades sanitarias.

Desde que el pasado 6 de octubre, Osakidetza, el servicio vasco de salud, inició la campaña de #vacunación contra la gripe, ya se han inmunizado a más de 202.000 personas en toda la región, y otras 80.000 tienen cita programada para las próximas semanas. En comparación con campañas anteriores, donde en las primeras semanas se alcanzaron cifras mucho más bajas, el incremento actual indica que la temporada podría empezar antes de lo previsto, en parte debido a un aumento de casos en hospitales y en la comunidad.

En la actualidad, el número de casos detectados en las semanas recientes supera ampliamente a los de los años previos. En las dos primeras semanas de campaña, se han registrado 506 casos hospitalarios de gripe, en contraste con 166 en 2024 y solo 105 en 2023. Sumando los casos acumulados, en las primeras tres semanas se han confirmado aproximadamente 1.120 contagios, frente a 410 en 2024 y 331 en 2023, cifras que confirman la tendencia a un inicio más temprano de la circulación del virus.

El ritmo de vacunación entre la población infantil también es alentador. Hasta ahora, se han administrado más de 7.100 dosis en niños de entre seis meses y menos de cinco años, una iniciativa clave para reducir la transmisión entre las comunidades más vulnerables, además de proteger la salud de los pequeños frente a posibles complicaciones.

El Director de Salud del Gobierno Vasco y Osakidetza insisten en la importancia de inmunizarse para evitar complicaciones graves, especialmente en los grupos de mayor riesgo como las personas mayores, embarazadas, y aquellas con patologías crónicas.

La estrategia de vacunación se priorizará en octubre para estos colectivos, que conforman la población diana. La pronta vacunación puede marcar la diferencia en la evolución de la temporada gripal.

Por otra parte, el incremento de casos en residencias de personas mayores ha llevado a una campaña adicional con vacunas de eficacia reforzada, particularmente para mayores de 75 años, quienes también reciben la vacuna contra el COVID-19 si lo desean.

5% de los residentes en estos centros ha sido inmunizado contra la gripe

Hasta la fecha, el 62,5% de los residentes en estos centros ha sido inmunizado contra la gripe, y el 52,3% ha recibido también la vacuna contra COVID.

En los hospitales, la tendencia al aumento de ingresos asociados a la #gripe continúa. Hasta ahora, en lo que va de campaña, se han registrado aproximadamente 131 ingresos hospitalarios, cifra que en años pasados se alcanzaba hacia mediados de noviembre.

Este dato refuerza la necesidad de una vacunación oportuna, pues la protección puede reducir significativamente la gravedad de la enfermedad.

La campaña de vacunación se extenderá a toda la población a partir de principios de noviembre, cuando se abrirán citas para quienes no pertenecen a los grupos priorizados.

Osakidetza recomienda a la ciudadanía que, para concertar su cita, llamen a su centro de salud o utilicen la página web oficial. La estrategia busca evitar una propagación acelerada de la gripe, que, en años anteriores, ha causado complicaciones en grupos vulnerables y sobrecarga del sistema sanitario.

Históricamente, la gripe ha sido una de las principales causas de mortalidad en personas mayores a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la influenza provoca entre 290.000 y 650.000 muertes anualmente, dependiendo de la temporada y la circulación del virus. La vacunación ha sido considerada la medida más efectiva para reducir estas cifras y disminuir la carga hospitalaria.

En Euskadi, la campaña de vacunación y la adopción de medidas preventivas, como la higiene de manos y el uso de mascarillas en entornos cerrados, son clave para frenar la extensión del virus y proteger a toda la población, en especial a los grupos más vulnerables.