Con motivo del Día Mundial de la Reanimación Cardiopulmonar, en Euskadi se realizó una jornada formativa en la Plaza de Cruces para promover el aprendizaje de maniobras básicas de RCP y el uso del desfibrilador externo automático. La actividad, organizada por Osakidetza, buscó sensibilizar a la población sobre la importancia de actuar rápidamente ante una parada cardiorrespiratoria y mejorar la respuesta comunitaria ante estas emergencias.

La actividad principal consistió en la instalación de una carpa exterior de aproximadamente 200 metros cuadrados en la Plaza de Cruces, donde residentes y visitantes pudieron participar en talleres prácticos diseñados para enseñar y practicar las técnicas básicas de RCP.
Cada año, en Euskadi, se registran alrededor de 600 paradas cardiorrespiratorias fuera del ámbito hospitalario, según datos de Emergentziak. La mayoría de estas emergencias ocurren en el hogar, y aunque en más de la mitad los hechos son observados por testigos, menos del 40% actúan de inmediato con maniobras de reanimación antes de que lleguen los servicios de emergencia.
Esto es alarmante, considerando que la rapidez en la respuesta puede salvar vidas y reducir las secuelas neurológicas.
Con la intención de revertir estas cifras, #Osakidetza ha promovido esta jornada formativa en la que participaron residentes y especialistas certificados por el European Resuscitation Council, organización europea que establece las guías internacionales para la reanimación y la atención en emergencias cardiovasculares.
Durante la actividad, se facilitaron sesiones prácticas de 8 a 10 minutos en grupos reducidos, en las que los asistentes pudieron aprender la secuencia de acciones básicas —reconocimiento de la emergencia, activación del sistema de emergencias 112, realización de compresiones torácicas y uso del DEA—, además de practicar en simuladores.
La importancia de actuar de manera inmediata en caso de una parada cardiorrespiratoria radica en que, si no se realiza ninguna maniobra en los primeros minutos, las neuronas cerebrales comienzan a morir por falta de oxígeno, lo que puede causar daños irreparables o la muerte.
Los expertos insisten en que mantener la calma, verificar la conciencia y respiración de la víctima, llamar a emergencias y comenzar las compresiones son pasos cruciales.
Incluso, en países donde la formación en RCP es un requisito obligatorio para ciertos permisos o trabajos, las tasas de supervivencia superan el 20%, en contraste con el 5-10% en lugares donde la comunidad no está capacitada.
Este tipo de iniciativas además refuerza el compromiso de Osakidetza de acercar el conocimiento en #salud cardiovascular a toda la población
Este tipo de iniciativas además refuerza el compromiso de Osakidetza de acercar el conocimiento en salud cardiovascular a toda la población, promoviendo una cultura de prevención y colaboración entre profesionales y ciudadanos.
La capacitación activa y la sensibilización son esenciales para mejorar la respuesta en emergencias y salvar vidas, especialmente en escenarios donde cada segundo cuenta.