El barrio de Altza en Donostia recibe una inversión de aproximadamente 16,2 millones de euros para mejorar viviendas, espacios públicos y sostenibilidad, en un proyecto que fortalece el compromiso con la calidad de vida y la regeneración urbana.

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Con una inversión total que ronda los 16,2 millones de euros (equivalente a unos 15 millones de euros en la noticia original, convertido a la tasa de cambio actual de aproximadamente 1,08 USD por euro), esta iniciativa afectará a ocho edificios residenciales y una vivienda adosada, integrando mejoras en la eficiencia energética, la accesibilidad, el paisaje urbano y la #sostenibilidad ambiental.

Este plan, liderado por el Departamento de Vivienda y Agenda Urbana del Gobierno Vasco en colaboración con el Ayuntamiento de Donostia, representa uno de los programas más importantes de intervención urbana de los últimos años en la ciudad, consolidando un modelo de intervención que combina innovación, participación ciudadana y protección del patrimonio.

La inversión se ha dividido en diferentes aportaciones, incluyendo fondos públicos, ayudas sociales y aportaciones directas de las vecinas y vecinos del barrio.

La iniciativa destaca no solo por su elevado volumen económico, sino también por su impacto social. En total, el proyecto beneficiará a familias residentes en las viviendas, que experimentarán un aumento significativo en su calidad de vida. Las mejoras en #eficiencia energética alcanzan en promedio un 65%, lo que permitirá reducir el consumo de energía y los costos asociados, estimándose un ahorro cercano al 60% en las facturas de electricidad y calefacción.

Para los hogares, esto significa una reducción sustancial en gastos, además de un notable incremento en el confort y la accesibilidad, especialmente para las personas mayores o con movilidad reducida.

En el aspecto de la conservación y protección del patrimonio, todas las viviendas han recibido mejoras en la impermeabilización, aislamiento y en la modernización de sus instalaciones, logrando además cumplir con las normativas actuales de seguridad y accesibilidad.

La rehabilitación ha implicado una remodelación profunda que incluye la instalación de ascensores exteriores en varias de las edificaciones, así como la renovación de fachadas ventiladas con sistemas de aislamiento térmico que contribuyen a mejorar las condiciones internas de las viviendas.

Además, el proyecto contempla una regeneración del entorno urbano, recuperando espacios verdes y espacios públicos degradados. Se han realizado trabajos de reforestación y recuperación de ríos urbanos, adecuando estos espacios para su uso recreativo y ambiental, y promoviendo una mayor cohesión social en el barrio.

Promoviendo así un modelo comunitario de autoconsumo y sostenibilidad

Uno de los componentes clave es la creación de comunidades energéticas locales, donde se han instalado plantas solares en colegios y polideportivos del barrio, que generarán juntos casi 477.580 kWh anuales de energía limpia, promoviendo así un modelo comunitario de autoconsumo y sostenibilidad.

Otra de las líneas de intervención ha sido la digitalización de las viviendas, implementando sistemas de monitorización en tiempo real para controlar parámetros como calidad del aire, humedad, temperatura y consumo energético.

Esta tecnología permite a las familias no solo gestionar de forma más eficiente su energía, sino también mejorar su salud y bienestar mediante una mayor conciencia del ambiente interior.

El barrio de Altza, que cuenta con aproximadamente 20.000 habitantes y más de 8.900 viviendas, se encuentra entre los barrios más densamente poblados de Donostia. La mayoría de sus edificios, construidos antes de 1981, requieren de esta intervención urgente para adaptar sus espacios a las necesidades actuales y futuras.

La regeneración de #Altza es considerada un modelo pionero en Euskadi, que combina aspectos sociales, económicos y ambientales, sirviendo como ejemplo para futuras actuaciones a nivel regional y nacional.

Para facilitar la gestión del proyecto, se ha establecido la Oficina Técnica y de Gestión de Proximidad, que ofrece asesoramiento gratuito y apoyo cercano a las familias en todo el proceso de rehabilitación.

Las obras, que se prevé concluir antes de fin de año 2025, están en marcha en diferentes fases, con un avance que supera el 85% en algunos edificios, gracias a la coordinación entre las distintas administraciones y a la participación activa de la comunidad local.

Este proyecto responde a una visión integral de revitalización urbana, que combina la mejora física de las viviendas, la recuperación de espacios públicos, la generación de energía renovable y la promoción de un barrio sostenible, habitable y con una mejor calidad de vida para todos sus residentes.