Una exposición en las Juntas Generales de Bizkaia resalta la importante contribución de mujeres al sector conservero a lo largo de cinco siglos.

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En la sede de las Juntas Generales de Bizkaia, ubicada en la calle Hurtado de Amezaga, en Bilbao, se lleva a cabo la exposición titulada "De vocación: conservera", que busca rendir homenaje a las mujeres que han dedicado su vida al oficio de la conservación de alimentos durante los últimos cinco siglos.

La muestra, inaugurada recientemente, fue visitada por la Consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, Amaia Barredo, quien tuvo la oportunidad de observar detenidamente las imágenes y materiales recopilados por las autoras del estudio, Amaia Apraiz y María Romano.

Este trabajo destaca el impacto significativo que las mujeres han tenido en la industria conservera vasca desde el siglo XVI. A través de documentos, fotografías y relatos, la investigación revela cómo estas trabajadoras fueron esenciales en el desarrollo del sector pesquero y alimentario.

No obstante, a lo largo de la historia, su labor ha sido frecuentemente invisibilizada, a pesar de su crucial contribución al progreso económico de Bizkaia.

"El oficio de conservera ha persistido en el tiempo, aunque ha evolucionado considerablemente gracias a las mejoras laborales y el avance tecnológico.

La forma de trabajar de hoy dista mucho de la realidad del pasado", explicó Apraiz. Este martes 11 de marzo, las autoras del estudio ofrecerán una charla a las 18:30 horas en la Sala de Conferencias de las Juntas Generales, donde compartirán más sobre la historia de estas mujeres valientes y dedicadas.

Posteriormente, se llevará a cabo una visita guiada por la sala de exposiciones.

La exposición estará abierta hasta el 25 de abril. Durante su presentación, la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, enfatizó la necesidad de reconocer y visibilizar la larga trayectoria de las mujeres en este ámbito, quienes, aunque han desempeñado roles fundamentales, no han recibido el reconocimiento que merecen.

En el prologo del libro que acompaña la exposición, las autoras incluyen testimonios de nueve mujeres conserveras de Ondarroa, subrayando que la voz de estas trabajadoras sigue viva y es esencial para la industria.

"Son el músculo industrial del sector y es vital que se reconozca su papel en el avance del país", comentaron.

La historia del trabajo de conservación de alimentos en Euskadi es rica y diversa. Desde el siglo XVI, las conserveras no solo han transformado productos del mar en bienes duraderos, sino que también han influido en las economías locales y regionales.

El pescado en conserva se ha convertido en un símbolo de la gastronomía vasca, y su existencia se ha entrelazado con la identidad cultural de la región.

Sin embargo, a pesar de su impacto significativo, muchas de estas mujeres han quedado en el olvido. Por ello, iniciativas como esta exposición son fundamentales para reconocer y honrar sus esfuerzos y logros, asegurando que las nuevas generaciones comprendan la importancia de su legado en la historia de Bizkaia.