María Jesús San José, Consejera de Justicia del Gobierno Vasco, enfatiza la necesidad de humanizar la Justicia durante la inauguración del curso de verano sobre duelo y comunicación.

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En Euskadi, la Consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, ha inaugurado recientemente el curso de verano de la UPV/EHU titulado 'El arte de comunicar y acompañar en el duelo: una responsabilidad institucional y comunitaria'. En su intervención, San José ha destacado que su principal reto consiste en evitar que la justicia se convierta en un campo de batalla político.

Según sus palabras, cuando la cuestión de la justicia surge en el debate público, a menudo es por 'motivos ajenos a las realidades de las personas'. Esto la ha llevado a reafirmar su compromiso de enfocar todos los esfuerzos en proteger a los ciudadanos y sus derechos.

Durante la inauguración, que tuvo lugar en el Palacio Miramar de San Sebastián y estuvo dirigida por el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Iñaki Subijana, y la magistrada Inés Soria, San José enfatizó la importancia de centrarse en la persona como entidad fundamental en la Administración de Justicia.

"Somos garantes de derechos concretos" aseguró, apelando a la necesidad de humanizar tanto la Administración de Justicia como el sistema penitenciario.

La consejera subrayó la urgencia de restaurar el debate público sobre la justicia en torno a su razón de ser: la protección de los derechos, con una atención particular hacia los grupos más vulnerables.

San José trasladó un mensaje claro hacia la ciudadanía, manifestando que en Euskadi se pondrán todos los esfuerzos para 'proteger a las personas', mejorar la comunicación y tratar de entender las situaciones que más les afectan, así como resolver problemas sin generar otros nuevos.


Este curso, que surge de la iniciativa de los responsables de justicia, busca también contribuir a la humanización de este sistema, abordando de manera interdisciplinaria las diversas necesidades de la población.

La consejera reconoció que 'no existen recetas mágicas', pero considera que este tipo de formación es un paso importante para mejorar la calidad del servicio judicial.

Entre los temas tratados, destacó el suicidio como una de las cuestiones más delicadas, indicando que la prevención de estos casos es al mismo tiempo una obligación y una responsabilidad institucional.

Al mismo tiempo, se enfatizó el impacto que las noticias y cómo se comunican pueden tener en las personas afectadas, alertando que esto puede agravar su estado emocional.

Esto, a su vez, podría tener repercusiones en procesos judiciales y en la toma de decisiones por parte de los individuos involucrados.

Finalmente, la Consejera reiteró su compromiso con la mejora continua de los procesos comunicativos y con el acompañamiento en situaciones traumáticas.

En este contexto de justicia, es fundamental desarrollar una 'compasión activa' que, aunque puede ser difícil de implementar, es crucial para facilitar el tránsito a través del sistema judicial, evitando así un sufrimiento adicional.

Esto requiere una formación en diversas disciplinas con un enfoque holístico que contemple tanto la razón como las emociones de las personas, propiciando así una atención más integral en todos los aspectos de la justicia.