El director de Euskalmet, José Antonio Aranda, explica el proceso de nombrar borrascas y el significado de 'Aitor' en el contexto meteorológico vasco.

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Esta mañana, el director de Euskalmet, José Antonio Aranda, participó en una entrevista para el programa 'Más de uno' de Onda Cero, donde compartió información valiosa sobre el sistema de nomenclatura que se utiliza para identificar las borrascas en nuestra región.

Durante la conversación, se abordaron los criterios seleccionados para asignar nombres a estos fenómenos meteorológicos y la importancia cultural de incluir un nombre euskera, en este caso 'Aitor', para la próxima borrasca que se espera.

Aranda explicó que la decisión de asignar nombres a las borrascas tiene como objetivo facilitar la comunicación y la comprensión de fenómenos climáticos que a menudo afectan a la población.

Al nombrar estas tormentas, se busca incrementar la atención sobre su posible impacto, así como fomentar una respuesta más ágil de los servicios de emergencia ante situaciones adversas.

El nombre 'Aitor', que tiene raíces en el euskera y significa 'el que tiene un origen', marca un hito importante por ser un nombre ampliamente reconocido y con un valor emocional significativo en la cultura vasca.

Esta elección no solo refuerza la identidad cultural de Euskadi, sino que también promueve el uso y reconocimiento del idioma vasco en contextos contemporáneos.

Además de discutir la nomenclatura, Aranda ofreció un breve análisis de las condiciones climáticas que han prevalecido en los últimos meses, señalando que este verano ha sido inusualmente cálido y seco en varias regiones de Euskadi.


Este fenómeno, asociado al cambio climático, ha generado preocupación entre los meteorólogos, ya que se ha observado un patrón creciente de temperaturas extremas y sequías, que están impactando tanto la agricultura como las reservas de agua de la zona.

Por otro lado, el director de Euskalmet destacó que el cambio climático es un reto global que demanda atención inmediata.

Con el aumento de eventos climáticos extremos, se estima que la variabilidad climática será cada vez más pronunciada, alterando los patrones naturales de lluvias y temperaturas.

Históricamente, la nomenclatura de las tormentas ha sido utilizada en otras regiones del mundo, siendo una práctica común en el Atlántico, donde los huracanes reciben nombres que son posteriormente utilizados por los medios de comunicación para informar al público.

Con la reciente incorporación del término 'Aitor', Euskadi se une a esta tradición, a la vez que manifiesta su sentido de pertenencia cultural.

Es indudable que la decisión de emplear nombres en euskera para referirse a las borrascas no solo es un gesto simbólico, sino también una invitación a la reflexión sobre cómo el clima y el idioma trascienden fronteras, ligando la existencia humana con las fuerzas de la naturaleza.

En este sentido, la acción de Euskalmet representa un paso significativo hacia la preservación de la cultura y el idioma vasco en el contexto de la cambiante realidad climática.