El Gobierno Vasco anuncia un estudio sobre el impacto de los fondos europeos en el crecimiento económico y la reducción de desigualdades en Euskadi, mientras mantiene su fortaleza en empleo e inversión pese a la incertidumbre internacional.

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En los últimos años, Euskadi ha mostrado una notable resiliencia en su economía, destacando en el contexto europeo por su estabilidad y crecimiento sostenido.

El Vicelehendakari y consejero de Economía, Trabajo y Empleo, Mikel Torres, resaltó en un acto celebrado en Madrid la fortaleza de la economía vasca, que se mantiene en niveles superiores a la media del continente.

Según datos recientes, Euskadi proyecta un crecimiento del 2,1 % para 2025, una cifra que supera en una décima la previsión inicial, en contraste con el modesto 0,9 % de la zona euro y el 2,2 % del conjunto de la Unión Europea en 2024.

La estrategia económica de Euskadi ha sido fundamentada en la estabilidad institucional y en un mercado laboral dinámico. A pesar de las dificultades internacionales y las tensiones sociopolíticas, los indicadores de empleo y de inversión siguen siendo positivos. Se estima que este año se crearán aproximadamente 15.000 empleos a tiempo completo, lo que contribuirá a reducir la tasa de paro del 7,4 % en 2024 al 7,0 % en 2025 y al 6,7 % en 2026. Esta tendencia refleja la capacidad de las empresas vascas para mantener y generar empleo cualificado, un hecho que destaca en el contexto de la recuperación económica global.

Uno de los aspectos que Euskadi busca potenciar es la cohesión social, considerando que una economía justa y con igualdad de oportunidades es vital para su desarrollo sostenible.

El consejero Torres afirmó que la economía vasca debe ser también sinónimo de reducción de desigualdades y redistribución de la riqueza, promoviendo un mercado laboral más justo y respetuoso de los derechos laborales.

En este sentido, la inversión en sectores estratégicos, como la industria, la energía y la digitalización, ha mostrado signos de recuperación y crecimiento.

En bienes de equipo, por ejemplo, se ha registrado un aumento interanual del 2,6 %, reflejando una recuperación en la demanda y en las inversiones.

La influencia de los fondos europeos Next Generation ha sido crucial en este proceso. Hasta el 30 de marzo, Euskadi logró captar aproximadamente 3.394 millones de euros (equivalente a 3.673 millones de dólares), con una tasa de ejecución del 75 %, superando en once puntos porcentuales la media nacional. Este eficiente uso de los fondos ha permitido a la comunidad autónoma avanzar en sus proyectos y acceder a nuevas ayudas, incluso en aquellos fondos no utilizados por otras regiones.

El Vicelehendakari anunció que en 2025 se llevará a cabo un estudio titulado “Impacto económico del crecimiento y la inversión en Euskadi”, cuyo objetivo será analizar cómo estos fondos han favorecido el crecimiento del PIB, la generación de empleo y la productividad en sectores clave.

Además, se buscará entender cómo las iniciativas financiadas han contribuido a reducir las brechas competitivas y a impulsar la innovación en las pequeñas y medianas empresas.

Por otra parte, Torres hizo un llamado a fortalecer el diálogo social en todas sus variantes. Afirmó que la negociación colectiva y la cooperación entre agentes sociolaborales y empresariales son fundamentales para mantener un mercado de trabajo robusto y justo.

También expresó su apoyo a la propuesta de reducir la jornada laboral, siempre priorizando la flexibilidad en la distribución de las horas y promoviendo un cambio cultural en las empresas.

Euskadi ha logrado implementar un sistema de protección social que sitúa a la región como una de las comunidades con menor tasa de pobreza y exclusión social del Estado español.

Según datos recientes, esta tasa se sitúa en el 14,8 %, demostrando un compromiso con la justicia social y el bienestar de toda la ciudadanía, condiciones imprescindibles para un progreso verdaderamente democrático y equitativo.

En definitiva, el gobierno vasco reafirma su compromiso de promover un crecimiento económico que sea inclusivo y sostenible, con políticas que fomenten la cohesión social, la innovación y la igualdad.