El proyecto Euskadi Lagunkoia Berria promueve la participación ciudadana y la adaptación de viviendas para personas mayores en Euskadi, destacando diversas propuestas como cooperativas rurales, cohousing intergeneracional y viviendas con atención para demencia. Además, se galardona con el Premio Euskadi Lagunkoia 2025 a 'Voces en Red' de Cruz Roja Euskadi, que impulsa iniciativas innovadoras en entornos amigables para la tercera edad.
Actualmente, la iniciativa cuenta con una red de 87 grupos distribuidos en numerosos municipios de Euskadi, incluyendo 37 en Bizkaia, 27 en Gipuzkoa y 23 en Álava.
Este esfuerzo forma parte de la estrategia global promovida por la Organización Mundial de la Salud, conocida como Age Friendly Environments Programme, cuya finalidad es crear espacios urbanos que fomenten la participación activa y la autonomía de las personas mayores.
El objetivo principal de Euskadi Lagunkoia Berria es promover la participación tanto de los mayores como del conjunto de la ciudadanía en la mejora de los barrios y entornos urbanos, fomentando la cohesión social y la solidaridad entre generaciones.
Para ello, se han desarrollado múltiples acciones y se han explorado diversos modelos de vivienda innovadores, adaptados a las necesidades y demandas actuales.
Entre las propuestas presentadas se destacan modelos como cooperativas rurales, #cohousing intergeneracional, viviendas diseñadas para toda la vida, residencias con cuidados especializados para personas con demencia, y viviendas con soporte a domicilio.
Una de las iniciativas más destacadas es Ametxe, una cooperativa de vivienda rural en Gordexola (Bizkaia), rehabilitada en un antiguo caserío, que ofrece seis unidades de convivencia gestionadas por una cooperativa sin ánimo de lucro.
Este modelo combina espacios privados con áreas comunales, como huerto ecológico, cocina compartida y salas multiusos, fomentando la cooperación y el apoyo mutuo entre sus residentes.
Similarmente, Axuntase en Llanera, Asturias, ofrece un cohousing intergeneracional con 36 viviendas adaptadas para personas de diferentes edades, promoviendo la convivencia entre generaciones.
Desde, también, otros países europeos se inspira el proyecto Calico en Bruselas, una comunidad solidaria que dispone de 34 viviendas asequibles, incluyendo viviendas públicas y de alquiler, destinada a personas vulnerables y en riesgo de exclusión social.
Estas viviendas buscan promover la solidaridad y el apoyo mutuo en un entorno inclusivo.
Por otro lado, en Gipuzkoa, la iniciativa Lugaritz presenta un modelo de viviendas para toda la vida, con 54 unidades de alquiler diseñadas para ser accesibles y adaptarse a las necesidades futuras de sus residentes.
Garantizando un envejecimiento activo
Estas viviendas conscientes de la diversidad de ritmos y estilos de vida ofrecen además apoyo a domicilio, con acompañamiento profesional, garantizando un envejecimiento activo.
En la Comunidad de Madrid, Trabensol destaca como un cohousing senior pionero en España. Con 54 apartamentos de 50 metros cuadrados, este proyecto promueve la autonomía y la presencia de espacios comunes como biblioteca, jardín y salas de actividades, administrado de manera colectiva mediante una cooperativa en la que los residentes tienen derecho de uso, sin ser propietarios.
Asimismo, en Bélgica, Huis Perrekes en Geel ofrece atención y alojamiento especializado para personas con demencia en viviendas con cuidados, en un entorno que combina la privacidad del hogar con servicios profesionales y recursos específicos, incluyendo un centro de día y un pequeño auditorio comunitario.
La jornada organizada hoy en Vitoria-Gasteiz ha centrado sus esfuerzos en promover la visión de un #envejecimiento activo y una mayor integración intergeneracional en Euskadi.
