Inicia la tercera fase de excavación en el Cementerio de Amorebieta-Etxano, donde se busca identificar los restos de combatientes de la Guerra Civil. Entregas previas incluyen dos identificaciones de guerreros del batallón Perezagua.
Desde el 24 hasta el 28 de julio de 2024, se llevará a cabo la tercera fase de las excavaciones en el Cementerio de Amorebieta-Etxano, donde los equipos de expertos buscan desenterrar los restos de combatientes que perdieron la vida durante la Guerra Civil Española.
Esta intervención se da en continuidad con dos campañas previas, en las cuales se exhumaron los restos de 86 personas.
Los restos que se están excavando se cree que pertenecen a gudaris y milicianos que fueron trasladados desde el cercano Hospital Militar o desde los diferentes frentes de guerra.
Ya se ha documentado que algunos combatientes fueron enterrados en esta zona acotada del cementerio, que se conserva intacta desde la contienda.
Históricamente, se tienen registros que indican que durante la Guerra Civil, muchos combatientes y heridos que fallecían en el hospital eran sepultados aquí, generando un peso significativo en la memoria colectiva de la región.
Hasta ahora, dos personas han sido identificadas y sus restos entregados a sus familias.
Esta tarea ha sido parte del programa ‘Búsqueda de Desaparecidos de la Guerra Civil’ que dirige el Gobierno Vasco.
Los restos identificados pertenecen a Adolfo Cengotitabengoa Izurza, un joven de 31 años originario de Muskiz, y Jaime Iñiguez Nieva, un miliciano de tan solo 19 años de Ortuella.
Ambas personas fallecieron el 7 de abril de 1937, en situaciones trágicas que ejemplifican el sufrimiento de una generación marcada por la guerra.
Durante las dos primeras campañas, se exhumaron 54 restos en diciembre de 2023 y 32 más en marzo de 2024. En la primera excavación, se identificaron cuatro fosas diferenciadas que contenían los cuerpos de combatientes que portaban elementos asociados, tales como calzado y otros utensilios, lo que sugiere que eran personas que habían combatido en diversos frentes.
En contraste, algunos de los individuos encontrados no portaban calzado y presentaban indicios de haber sido tratados en el hospital, como el uso de sábanas para envolver sus cuerpos.
La cantidad de restos que aún no han sido identificados es considerable; 84 de los 86 recuperados hasta la fecha aún aguardan un proceso de identificación.
El Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, conocido como Gogora, ha hecho un llamamiento a las familias de los desaparecidos para que se acerquen y colaboren en este proceso vital que no solo busca la verdad, sino que también es un acto de dignificación hacia quienes vivieron en carne propia los horrores de la guerra.
La historia de las excavaciones en Amorebieta-Etxano es un testimonio del esfuerzo colectivo por sanar las heridas del pasado y buscar justicia para aquellos que lucharon por sus ideales.
La colaboración continua entre el Ayuntamiento de Amorebieta-Etxano, el Instituto Gogora y la Sociedad de Ciencias Aranzadi es de vital importancia para el éxito de estas iniciativas.
Este esfuerzo por recuperar la memoria histórica resuena profundamente en la conciencia social, resaltando la importancia de recordar y honrar a quienes dieron su vida por sus creencias durante uno de los capítulos más oscuros de la historia de España.